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Abel Guarinos: "La mayor satisfacción es el cartel 'No quedan localidades'"

La frenética actividad del IVC responde a la urgencia para colaborar en el enriquecimiento cultural

Abel Guarinos: "La mayor satisfacción es el cartel 'No quedan localidades'"

¿El Institut Valencià de Cultura (IVC) parece más un enjambre burocrático, que un dinamizador cultural. ¿Me equivoco?

Sufrimos la nula agilidad administrativa de la Ley estatal de Contratos que, aunque entró en vigor el año pasado, comenzó a pertrecharse en 2014; pero nuestra acción es de creación, fomento y exhibición de las artes, apoyando a los amateurs y „sobre todo„ a los profesionales de las artes escénicas, la música, el audiovisual y también las artes plásticas desde nuestros espacios en Castelló.

Parecen una multinacional, con tantas direcciones generales.

La Comunitat Valenciana es grande y las disciplinas artísticas son muchas y requieren de direcciones adjuntas y de especialistas capitaneando los festivales. De todas maneras, con la creación este mes de marzo del Institut Valencià de Restauració, Conservació i Investigació, que ya no depende del IVC, se ha dado un paso importante al ubicar donde corresponde „en Patrimonio de la Conselleria„ esta actividad, que tiene pocas sinergias con el resto de las artes en vivo o de creación.

Vamos a lo práctico. Tengo un proyecto para un festival de arte urbano, ¿dónde voy?

A las ayudas en concurrencia competitiva del IVC si estamos hablando de cualquier tipo de música, teatro, danza, cine, circo, performance?, sin menospreciar ni las oportunidades que ya ofrece la Ley del mecenazgo cultural, científico y deportivo de la Generalitat; ni la complicidad del crowdfunding y otros mecanismos colaborativos de financiación por parte de empresas, como por ejemplo el Festival 10 Sentidos que está a punto de empezar.

¿Satisfecho con la programación teatral?

Y no solo con la programación teatral. Y no solo con la que propiciamos desde el IVC, sino la del conjunto de salas privadas y públicas. Y no solo con la de los teatros que gestionamos en València, el Rialto y el Principal, sino también „y tanto o más„ con la programación del Teatre Arniches de Alicante y el Principal de Castelló, que en tres años ha aumentado su público un 130%. Una de las mayores satisfacciones que recibo por whatsapp prácticamente todas las semanas, desde un espacio u otro, es la foto del cartel «No quedan localidades» que me envían mis compañeros de sala y de taquilla.

Por cierto, ¿por qué no se representó el «Tirant » en el Principal?

Es una coproducción del IVC y de la Compañía Nacional de Teatro Clásico pensada para disfrutarse en cierta proximidad. El Principal requiere otro planteamiento de dicción, escenográfico?, y hacerlo así nos ha permitido estar en el Rialto cuatro semanas a teatro lleno día sí y día también, dos semanas en Madrid con similares porcentajes de ocupación, y hacer gira por Alicante, Algemesí, Castelló, Sagunt? y, [me guiña un ojo] crucemos los dedos para que en octubre continúe de gira por el Circuit Cultural Valencià y en Navidad regrese cinco semanas más al Rialto.

Asumen «Sona la Dipu».

Creo que los gestores y los políticos de la Diputació de València „por cierto: culturalmente la más activa de nuestras diputaciones„, valoraron que el IVC apoya todas las músicas, también el pop y el rock, porque esto no sucedía en el anterior Institut Valencià de la Música. Y los resultados artísticos y de público de proyectos en los que estamos implicados como la Fira Valenciana de la Música en Castelló-Trovam, Polirítmia de Música Tradicional, Premis Carles Santos, Ensems o Sonora, les hicieron ponerse en contacto con nosotros.

¿Alguna otra competencia impropia que deba ir al IVC?

Nos falta personal, pero estamos abiertos a generar sinergias con todo el mundo. Obviamente, también en aquello que no deba destruirse y que se pueda ampliar a todo nuestro territorio por ser una necesidad. Estamos pensando, por ejemplo, en el Centre Teatral Escalante. Es el momento de pensar en futuro, a medio y largo plazo, y reformular las diputaciones. Eso sí, acabando previamente con la infrafinanciación que soportamos los valencianos, a nivel personal e institucional.

¿Resuelto el conflicto con el Cor de la Generalitat?

El Cor es una de las mejores agrupaciones musicales de Europa y artísticamente no tiene ningún problema. El conflicto con el personal se está solucionando treinta años después de su creación, publicando por primera vez en 2017 su RPT en el DOGV y con la propuesta del conseller Marzàde una consolidación paulatina de la plantilla acorde a una serie de convocatorias de oposiciones pactadas entre sindicatos y sector público. Andante ma non troppo.

La descentralización del IVC es una realidad. ¿Todavía está pendiente la vertebración cultural?

Ni un coche de alta gama pasa de 0 a 100 en cuatro segundos? [esboza una sonrisa], y el Circuit Cultural Valencià, que arrancó un 2 de mayo de 2016 en Alzira, ya cuenta con más de 80 ciudades entre Morella y Guardamar de Segura. Se han convocado las ayudas a festivales de cine triplicando los importes y, presumiblemente, triplicando el número de ciudades y entidades beneficiarias. Y podría seguir...

¿Novedades en el próximo Sagunt a Escena?

Novedad ya en este inminente festival Ensems de finales de abril porque se va a desprender de las etiquetas y dará cabida a todas las estéticas musicales relacionadas con el I+D+I. Novedad en Cinema Jove con una APP y otras aplicaciones pensando en nuevos y jóvenes públicos. Y novedad en Sagunt a Escena porque, con el lema «Paraules i sons», la música tendrá un excepcional protagonismo en esta edición de 2019 y? «y hasta aquí puedo leer».

Parafraseando a Joan Fuster, ¿si no haces la política cultural, te la harán?

Siempre me ha apasionado el activismo cultural. La frenética actividad del IVC responde a la necesidad y urgencia de colaborar en la transformación y enriquecimiento cultural de nuestros conciudadanos. El IVC debe colaborar en mejorar la vida de la gente, desde la singularidad de nuestra cultura y, parafraseando a Vicent Andrés Estellés, con honestidad, sin pensar en ninguna posteridad que no sea la de nuestro pueblo.

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