Borja Collado salió en hombros tras cortar una oreja de cada uno de sus oponentes. De entrada, pechó con un sobrero mansote que embestía a oleadas, al que pasó de muleta con firmeza, valor y decisión, por encima de las condiciones de su oponente, al igual que con el que cerraba plaza, con el que anduvo muy decidido.

Adrián Salenc dio una vuelta al ruedo tras cobrar con pundonor una estocada entera al novillo que abrió plaza y con el que debutó como novillero en València. Lo mejor de su obra fue una serie de naturales y otra, de menor intensidad, con algún muletazo destacable. No tuvo opciones con el segundo de su lote.

Marcos sorteó de inicio a un noble y repetidor ejemplar que ofreció muchas más posibilidades de las que obtuvo el academicista novillero salmantino. Saludó una ovación tras escuchar un aviso. Al quinto le hizo una faena interminable y lo despenó de un feo bajonazo.

Cornada grave

Rafael Cañada, perteneciente a la cuadrilla del novillero Adrián Salenc, fue corneado feamente por el cuarto novillo de la tarde. El subalterno fue trasladado a la enfermería en volandas por el callejón de la plaza, donde se vivieron momentos de gran desconcierto. Fue intervenido de urgencia en la enfermería del coso de la calle Xàtiva. El parte médico detalla que sufrió una herida por asta de toro «en espalda a nivel de la L3, que interesa la piel, el tejido celular subcutáneo y la aponeurosis superficial, y musculatura paravertebral derecha y cuadrado lumbar, con tres trayectorias: una ascendente de unos 13 centímetros, otra vertical en profundidad de unos 12 centímetros, tactándose al fondo de la misma estructura ósea fracturada, que parece corresponder a la apófisis trasversa de la L3, y una tercera descendente de unos 8 centímetros. Pronóstico grave. Pendiente de estudio radiológico y de evolución».