Emilia Clarke sabía lo que decía cuando avisó de que el penúltimo episodio de "Juego de Tronos" nos dejaría con la boca abierta. La última gran batalla en Desembarco del Rey será la definitiva de veras porque no queda apenas nadie vivo con quien luchar. Los planos de regalo del capítulo siguiente muestran a Khalessi triunfante entre sus inmaculados y dothrakis. Por obra y gracia de las licencias de los guionistas en esta precipitada temporada parece que en la oscura noche de Invernalia se salvaron más de los que suponíamos.

Una lástima que los creadores de la serie decidieran comprimir el final en solo seis entregas. En un plis plas se descubre la tradición de Lord Varys sin profundizar en la intriga de una carta revelando el secreto de Jon Snow, a quien, como siempre, le pesan demasiado sus ropajes. ¿Por qué no habla con Daenerys nada más llegar a Roca Dragón? Sin más aparece horas después junto a la reina en la ejecución de La Araña. En la única escena compartida de los supuestos amantes, el poco expresivo y menos hablador norteño la rechaza como mujer, vete a saber por qué.

La diabólica sonrisa de Cersei en la Fortaleza Roja presagia la matanza que se aproxima. Se puede parar a un dragón con magia o pillándolo desprevenido, pero cuando atacan concentrados conducidos por una Targaryen enfurecida solo dejan cenizas a su paso. Suenan las campanas, la cuidad se rinde y, sin embargo, Dracarys, se activa el gen incendiario de la estirpe de los cabellos plateados que lanza a Drogon a destruir la ciudad como en los últimos días de Pompeya. Y Cersei perdió la sonrisa.

El Perro vuelve a salvar a Arya y se enfrenta a su hermano, el frankenstein de Qyburn. La lucha entre los Clegane es brutal y sin posibilidades para Sandor porque Gregor es un monstruo que no muere ni con acero valyrio, así que no queda otra que lanzarse al vacío con él para acabar en las llamas. La otra pelea mortal es la del insoportable Euron Greyjoy con Jamie, a quien siempre liberan para salvar a alguien. Lady Stark le soltó para que protegiera a Sansa y Arya; Tyrion, para que huya con su melliza rindiendo antes la ciudad. Moribundo, encuentra a una Cersei asustada por primera vez en ocho temporadas. Juntos, abrazados, son aplastados por las piedras. Un buen final, sobre todo para ella a la nos habían hecho creer que mataría Arya de una forma seguro más sofisticada.

Todo se decidirá entre los Stark porque Jon también ha dejado de creer en Daenerys. En cuestiones de amor, ha resultado mucho más sentido el de los hermanos Lannister que el de la tía y sobrino Targaryen. Tyrion vaga entre los muertos, Arya cabalga entre los escombros, ¿quién queda con los ojos verdes?