El pintor valenciano Juan Genovés (València, 1930), uno de los grandes del arte contemporáneo español, donará una escultura monumental al Centro Niemeyer de Avilés con ocasión de la exposición que el equipamiento cultural dedicará a partir del 14 de junio a su obra, que por primera vez estará acompañada por las creaciones de sus tres hijos, Pablo, Silvia y Ana, también artísticas plásticos. La muestra, un vistazo inédito a todo el universo familiar de los Genovés, llevará por título "La unidad dividida por cero" y permanecerá abierta hasta el 6 de enero de 2020.
Genovés es autor del cuadro "El Abrazo", uno de los símbolos de la transición española, una obra que más tarde se convertiría una escultura ubicada en Madrid en recuerdo a los abogados laboralistas muertos en la matanza de Atocha. Las muchedumbres son, sin duda, el tema de Genovés y también el de la escultura que va a donar al Niemeyer. La pieza, en acero y titulada "Transbase", muestra la silueta recortada de numerosos individuos congregándose en un punto central, que se convierte así en una gran oquedad. Se trata de una escultura pintada en blanco con forma de "L", una altura de 4,5 metros y una longitud de 4 metros en su lado largo y 2 metros en el corto. Su peso es de 4.885 kilos.
En 2003 el Ayuntamiento de Madrid propuso a Genovés hacer una interpretación escultórica del cuadro "El Abrazo" para la plaza de Antón Martín. Una vez realizado el proyecto, Genovés continuó lo que había supuesto aquel reto inicial, intentando resolver escultóricamente otras de sus obras sobre multitudes. En ese proceso, al año siguiente, hizo una serie de maquetas, dos de ellas se reprodujeron a gran tamaño y fueron expuestas en Valencia y Valladolid. La escultura "Transbase", que inaugurará el Centro Niemeyer en la exposición "La unidad dividida por cero", es una versión única de la maqueta "Enrejados", que ha sido especialmente adaptada para el entorno del centro cultural de la ría avilesina.
El desafío
Para Genovés, la obra que donará al Niemeyer es todo un reto. "Habituado como estoy a mi trabajo con la pintura, un material tan frágil y sutil, me atrae y es un deseo, encontrarme con la firmeza y la solidez del acero. Es un reto la prueba de diseñar una obra con este elemento y llevarlo a mi mundo para convertirlo en tenue y etéreo". Genovés asegura que está muy ilusionado en ver ya la escultura emplazada en su lugar y contemplar cómo ha resuelto el "desafío" que se le plantea al situar su trabajo, que competirá en el espacio "con el admirable diseño arquitectónico de Niemeyer, tan rotundo y tan sólido".
La obra de Genovés se incorporará a la colección propia del Centro Niemeyer, que ha ido incrementándose con cada nueva exposición. La colección del centro avilesino cuenta con obras de Francis Bacon, Franco Fontana, Spencer Tunick, Masao Yamamoto y Gilbert Garcín, entre otros, además de los asturianos Avelino Sala, Carlos Coronas, Javier Bauluz, Manu Brabo, éstos dos últimos premios "Pulitzer" de fotoperiodismo.
La exposición "La unidad dividida por cero" mostrará cuadros de Genovés "en sus temáticas más habituales, la geometría y el drama humano". Dos enfoques que también están presentes, según se indica en la presentación del proyecto expositivo, en las obras de su hija Ana Genovés. Pablo Genovés, en cambio, indaga en los conceptos de memoria, pasado y realidad. Trabaja con una combinación de fotografía y pintura y son conocidos sus trabajos en los que muestra soberbios interiores inundados o azotados por una repentina marejada. Finalmente, los vídeos de Silvia Genovés "aportan una visión humorística y crítica de la realidad".
La icónica referencia de Juan Genovés, "El Abrazo", también estará presente en la exposición del Niemeyer en la alusión que hará instalación "Abrazo-Desabrazo". Esta obra es una colaboración del padre y de los tres hijos. En la Cúpula, el gran espacio expositivo del Niemeyer, se presentará una reproducción del conocido cuadro de Juan Genovés y, a sus espaldas, los visitantes podrán ver una "desoladora adaptación" de una obra de Pablo Genovés. Todo ello compondrá, según la presentación de la exposición, "toda una metáfora del actual panorama internacional y de la simplificación de los símbolos históricos".
