El centro de arte de la Fundació Per Amor a l'Art inauguró ayer «Nicolás Ortigosa. Obras 2002-2018», una muestra «arriesgada» que pretende impulsar el talento joven. «Cada exposición en Bombas Gens es una sacudida hacia dentro», aseguró la vicepresidenta de la entidad, Susana Lloret durante la presentación de la muestra, en la que también estuvieron presentes Vicente Todolí, director de arte; Nuria Enguita, directora del centro; y el propio Nicolás Ortigosa.

Se trata de la quinta exposición temporal de Bombas Gens y la primera gran exposición para Ortigosa. «Estoy muy agradecido de estar aquí. El mecenazgo no es solo adquirir una obra», defendió el gallego, ya que la muestra está enmarcada dentro de la estrategia para dar visibilidad a jóvenes artistas. «Ellos no solo necesitan vender su obra, sino que se les dé visibilidad», apuntó Susana Lloret, aunque reconoció que es apuesta «arriesgada». «Tanto Vicente Todolí como José Luis Soler, no son personas convencionales», argumentó Lloret. «Nadie suele comprar 89 obras de un artista que no es conocido», apuntó luego Todolí.

La muestra parte de la serie «Divina comedia», inspirada en la obra de Dante Alighieri. Ortigosa recrea escenas de la novela mediante grabados de distintas técnicas. Las 89 obras, propiedad de la Fundació Per Amor a l'Art, se dividen en «Infierno», «Purgatorio» y «Paraíso». Esta serie fue compuesta durante más de 10 años. «La obra de Dante cayó en mis manos durante mi etapa de estudiante. Me llamaron la atención las escenas del infierno. Me parecía una lectura muy visual y de manera natural empecé a dibujarlas», explicó Ortigosa.

La exposición también se compone de la serie «Cuadros tapados», 115 lienzos «ocultos» con óleo negro por el propio artista. «Tapando mis cuadros, encontré mi pintura», aseguró Ortigosa. En Bombas Gens, se pueden ver por primera vez una veintena de estos lienzos.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, expuso por primera vez en una galería de Logroño en 2014 y desde entonces ha participado en la feria Arco y en la feria Estampa de Madrid. Según Susana Lloret, Ortigosa es un artista que «arriesga hasta el límite», una característica de su personalidad que asoció a la práctica de surf. «Se desliza por el borde de las cosas dando rienda suelta a las emociones».

La muestra también incluye otros trabajos representativos del artista, como algunos dibujos y grabados más actuales, de muy diversos tamaños, realizados entre 2015 y 2018. «El dibujo y el tratamiento de las líneas, marcados por un gesto cargado de energía, son fundamentales en la obra de Ortigosa y por eso hemos querido incluir también estas piezas en la exposición. Nos ofrecen una visión más global del artista que, en este caso sin ningún apoyo literario, desarrolla un trabajo pictórico entroncando con una tradición plástica moderna basada en el expresionismo de la línea», explicó Nuria Enguita.

«Colección de exposiciones»

«Fui a ver las obras de Nicolás a su estudio acompañado de José Luis Soler. Me sorprendió mucho como abordaba el dibujo. Me pareció un trabajo con muchísima personalidad, muy libre, sin referencias inmediatas y que partía de una temática clásica para llevarla a nuevos derroteros. La hacía moderna sin pretenderlo. Me llamó también la atención la diversidad de técnicas que utilizaba, su manera tan particular de trabajar el collage... Había que incorporarlo a la colección. Y se adquirió en su totalidad, siguiendo la filosofía de que la nuestra sea una colección de exposiciones», explicó Todolí.

La muestra se podrá visitar gratuitamente hasta octubre. El centro ha preparado diferentes actividades en torno a la muestra, como un taller impartido por el propio artista, un encuentro con el público y una serie de visitas guiadas. Tal y como anunció ayer Nuria Enguita, el próximo 7 de junio el centro estrenará una pieza musical inspirada en la exposición.