Miki podría colarse hoy en el top 10 de Eurovisión 2019 de cumplirse las previsiones de la prensa internacional, que ve «La venda» con posibilidades, aún sin el fervor patriótico que año tras año hincha las expectativas del representante español. «Me encanta. La canción es muy divertida y él, con su felicidad, pone una sonrisa a todo el mundo en la cara. El resultado es una fiesta en el escenario y espero que esté entre los diez primeros. Al menos en mi clasificación personal lo está», apuesta la holandesa Lonneke Haveman, de RTL 4, quien otorga a Miki un octavo puesto.

Para ella, la escenografía es el único escollo en su ascenso en los pronósticos, que actualmente lo sitúan a mitad de tabla, en el puesto 15 de 26. «Creo que se debería haber enfocado más como una fiesta playera y que lo han querido transmitir no se entiende», considera la periodista, quien añade que quizás deberían haber implicado al público congregado en Expo Tel Aviv.

Es una opinión compartida por la mayoría de especialistas consultados en la sala de prensa de Eurovisión 2019: la escenografía, pese a su elaborada propuesta, no ayuda al representante español.

«Si esto fuese un concurso de canciones radiofónicas, Miki estaría en el top 5, pero la puesta en escena no va su favor. Miki levanta el espectáculo cuando conecta con el público», afirma Deban Aderemi, uno de los máximos defensores del artista catalán desde el célebre portal de información del festival WiWiBloggs. Su compañero en esta web, el estadounidense Jack Lawson, critica la escenografía por ser «muy liosa» y, al mismo tiempo, «muy literal» en su apuesta por el colorido y con «demasiados elementos». «Creo que el mensaje de la canción era fácil de llevar al escenario, pero que no lo han conseguido», concluye. También de WiWiBloggs es el israelí Izhar Levy, en cuyo país ha prendido con fuerza «La venda» por su sonido mediterráneo. «Creo que habría llegado al top 5 de no ser por su escenografía, que es bastante confusa. Prefería la propuesta original, con las chicas que le acompañaban tocando instrumentos. Aún así, llegará al top 10», opina.

Desde el medio australiano de información eurovisiva ESC Daily, el holandés Steven Van Gorkum no considera a Miki «un aspirante a la victoria», pero sí a esos diez primeros puestos de la tabla. «Es una buena canción, muy animada, del tipo de temas que Eurovisión necesita, y porque actuará en la segunda mitad de la gala, con lo que su energía podría ayudarle», afirmaba poco antes de saber que el español pondrá el fin de fiesta a la gala y por tanto contará con mayor foco mediático.

Van Gorkum, más benévolo con la escenografía, que califica de «interesante» por la idea de que «Miki entre en las casa de la gente para despertarles con su contacto a una vida real», cree que la inclusión del robot quizás «ha sido demasiado». «Lo que sucede con España, que ha enviado algunas canciones buenas en los últimos años, es que cuando el tema es malo, es muy malo. Pasó con Manel Navarro, pero estoy feliz de que España haya vuelto con una propuesta seria», destaca.

Veterana en la cobertura del festival es la macedonia Valentina Gyorgievska, para quien, además del «temperamento español», resulta muy especial su mensaje y su traslación al escenario. «Me recuerda la revolución que la gente joven protagonizó hace unos años en mi país, tiñendo las calles frente a la corrupción política», señala.

Críticas a la canción

De entre todos los expertos, pocos han transmitido una opinión negativa. «La canción no me gusta, porque no es mucho de mi estilo. Llega a estresarme, aunque él es encantador; de hecho, creo que él es mejor que el tema», opina con sinceridad Morten Madsen, periodista danés para Eurosong.