No a los poemas de absorción rápida. No a los poemas meme y a las máximas de azucarillo. No a los poemas ocurrencia, radiofórmula y talent show. No a los poemas «que se entienden». Vociferio, el festival de poesía que desde hace ocho años se celebra cada junio en València, viene fuerte en esta edición, tal como apunta la anterior declaración de principios y este cartel de aquí al lado creado por el ilustrador Boke Bazán. En él aparece la infanta Elena luciendo unos bonitos pendientes con la hoz y el martillo «para provocar una reflexión sobre si lo figurativo e icónico realmente puede generar una imagen explícita evidente».
«Vociferio -añaden sus directores, David Trashumante y Raúl Lago- quiere alejarse de aquellas poéticas que trabajan desde la evidencia, que no escondan nada detrás y que, además, se ponen al servicio del poder. Quiere revindicar un espacio para la poesía libre de todo partidismo para refrendar un acto artístico con libertad de expresión descargado de cualquier ideología, que abraza la reflexión y el pensamiento como una forma de estar en el mundo: emoción, pensamiento, intelecto, y que todo, todo, es aparente».
La presentación de la nueva edición de Vociferio, que se celebrará del 5 al 16 de junio, tuvo lugar ayer por la tarde en el Palau de la Música en un acto en el que recitaron sus poemas Ángel Calle (profesor, agricultor ecológico, performer y poeta, que recitó su libro Aquí estamos. El baile de las ahogadas), Dionisio Cañas (poeta, performer y activista, que recitó piezas de La noche de Europa) y Velpister, que acompañó con su piano las palabras de su Musicoplastidrama.
Los directores de Vociferio han querido reivindicar este año «el espíritu de las vanguardias históricas y la poesía fonética y sonora, la performance poética, la poesía concreta, y la poesía multimedia como formas de entender la poesía como una disciplina artística que no tiene por qué limitarse exclusivamente a la escritura».
Muestra de ello es el homenaje que recibirá este año en Carme Teatre el valenciano Bartolomé Ferrando. «Queremos visibilizar la búsqueda universalista de su poesía fonética y sonora -explican-, una poesía sin idioma, pura energía a través del sonido. Y le van a acompañar durante poetas, performers y artistas sonoros de la talla de Jörg Pringer o Déborah Walker.
También apuesta el festival por la primera producción propia de Vociferio 2019 que realizará la artista Begoña Santalices, «todo un alarde físico de habilidades prosódicas y vocales».
Habrá también dos mesas redondas, la primera de ellas realizada en colaboración con el Festival de Filosofía de València, A Viva Ment, en torno a la relación entre Poesía y Filosofía, con Ana Gorría entre las ponentes; y en la segunda, sobre Poesía Contemporánea Española, analizaremos lo que Martín Rodríguez-Gaona denomina Poesía Pop Tardoadolescente y contaremos entre otros con el propio Martín para hacerlo.
El Vociferio -que este año contará con una sección especial infantil- abrirá el patio gótico del Centre del Carme ofrecerá recitales escénicos, performativos y conciertos de «músicos devenidos en poetas» como Enric Montefusco o Antón Reixa, poetas transformados en bandas de pop como El Pèsol Feréstec o Mapache y «auténticas fenómenas» del spoken Word como Laura Sam + Nazareno. El patio renacentista ofrecerá, por su parte, «tardeos poéticos» con recitales de Isabel Martín, Mireia Calafell, Begonya Pozo, Àngels Gregori y Elena Román; y también regresamos a la Biblioteca Pública de València para nuestra tradicional Festa Alçaveu, este año dedicada a la poesía humorística, con el poeta y slammer Dani Orviz como cabeza de cartel.
