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Crítica musical

Del menuetto al malambo

Del menuetto al malambo

Sociedad Filarmónica de València | PALAU DE LA MúSICA (Sala Iturbi)

Intérpretes: Cuarteto Quiroga (Aitor Hevia y Cibrán Sierra, violines; Josep Puchades, viola y Helena Poggio, cello). Obras de J. Haydn, Rodolfo Halffter y Alberto Ginastera.

Sin lugar a dudas, uno de los tres mejores conciertos de la temporada. Por musicalidad, repertorio, perfección instrumental y hasta por presencia escénica, el Cuarteto Quiroga (Premio Nacional de Música 2018), cautivó al público de la SFV estableciendo una comunicación absoluta por su entrega apasionada en una actuación tan ímproba como impecable. Así lo premió el auditorio al terminar su ejemplar versión del Cuarteto en Do mayor, Op. 74, de Haydn, plasmada con absoluto lirismo sin renunciar al humor tan característico del vienés. Así lo evidencia el 2º movimiento, que él convierte en un divertido Andantino grazioso en lugar del acostumbrado y profundo Lento o Andante, lo cual fue sabiamente aprovechado por los Quiroga.

Exiliado en México desde 1939, Rodolfo Halffter perteneció al Grupo de los Ocho junto a su hermano Ernesto. A pesar de la distancia, no dejó de estar presente en el panorama musical español: en 1945 compuso la música de la película Bambú, de Sáenz de Heredia y más tarde, colaboraría con Buñuel en Los olvidados. Sus Tientos op. 35 reúnen 8 pequeñas piezas, encargo del Festival de Granada en 1973. Escritas con gran oficio y precisión,- en alguna no es difícil escuchar ecos del Retablo o del Concierto para clave, de Falla- se ofrecieron en una versión de orfebrería musical realmente equilibrada gracias a la cual se pudo degustar la partitura casi en reverencia.

Alberto Ginastera escribió 3 cuartetos para cuerda. El 0p. 20 es una partitura por momentos indómita, no exenta de violencia donde el ritmo interior siempre está presente hasta llegar al Calmo e poético, a modo de nocturno, donde el violín se muestra especialmente lírico para llegar al Rondo quasi malambo, trufado de giros y ritmos de su país, que el cuarteto tocó de manera superlativa.

En diciembre de 1912, Manuel Quiroga y José Iturbi, compañeros en París, debutaron en la SFV con tanto éxito que tuvieron que repetir el recital. El bis de Hevia, Sierra, Puchades y Poggio, celebró aquella amistad con una hermosa melodía gallega que los socios, puestos en pie, ovacionaron.

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