Comentaban dos plumíferos la buena salud de la que goza la escena rock valenciana: hay bandas, locales de ensayo, salas, estudios de grabación, festivales, medios de difusión y público. El valenciano se usa como lengua vehicular con naturalidad. Y lo más importante, existe una conciencia colectiva y calidad en las propuestas. Disipaba cualquier duda el ambiente victorioso en el hall de la sala Rodrigo del Palau de la Música después del concierto de Tardor y los invitados que subieron al escenario para celebrar su regreso al cap i casal. Antes, apareció Novembre Elèctric en formato de trío electroacústico. Los de Yeray Calvo recrearon con crudeza la densa intensidad ambiental de sus grabaciones, sobre todo de su último LP Quart Minvant, una joya a la que recomiendo acercarse en soledad y aislado por unos buenos auriculares. Dolorosas y adictivas, «Roses», «Fissures», «Tot i Res», «L'esquerda», «La llum» y «Les Conseqüències» mostraron la poesía bella y temblorosa que puebla su música, entre desolados paisajes emocionales de desamor y laberintos íntimos sin salida.
Impresiona la capacidad de Tardor para narrar el tránsito emocional que va de la segunda juventud a la protomadurez a través de tres LP muy diferentes, que son conciencia de una banda en constante evolución y mejora. Sin la cólera ni grandiosidad de sus anteriores trabajos, Tardor parece poner el primer punto y aparte en su carrera con una nueva gira que irradia poderío en sus directos, en los que suenan compactos, pero con definición de planos y texturas. Abordaron en soledad la visión de ese encantador barrio que es «Patraix», la ternura cubierta de arena y salitre de «Catamaran», la abrasiva y pegajosa «El Final» y la tremenda «La llum incondicional», lírica y festivalera a partes iguales, fenomenal colofón a una noche llena de colaboraciones. Samuel Reina, menuda voz, croonerizó «Nevar a València», Toni Emperador comenzó tímido «Vint-i-huit» y acabó saltando desatado, May Ibáñez consiguió con Àlex Martínez unas preciosas armonías vocales en una intimista y campestre «Cursa de cavalls» y Novembre Elèctric afrontaron «La pols» de manera relajada y doblemente sentida. Armada con su guitarra acústica, GEM salió airosa de algún problema técnico en «Marjal» y Ainoa Sierra Leona consiguió un momento mágico al adornar con su voz «Autorretrat». Por su parte, Javi Mugroman revolucionó la celebración con «L'eufória» y Eneas Home Brut se prestó a esa enorme canción rebosante de candor que es «Vull que comprem una casa».
