Los estudios elaborados por el sociólogo y demógrafo estadounidense de origen cubano Alejandro Portes sobre los procesos de adaptación de los emigrantes en sus países de destino le han hecho merecedor del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2019.

El investigador, que se impuso ayer a las otras 24 candidaturas que optaban al galardón, fue reconocido por su contribución al análisis de los procesos migratorios internacionales, «uno de los grandes desafíos de las sociedades modernas», según el jurado.

Sus más de 30 libros y 250 publicaciones defienden que las transformaciones que han experimentado en las últimas décadas poblaciones, como la española, con la llegada de millones de personas procedentes de otros países pueden resultar beneficiosas tanto para los inmigrantes como para los territorios de acogida.

«Grandemente honrado»

Al conocer que ha sido distinguido con el premio, que recogerá en Oviedo el próximo mes de octubre de manos del rey Felipe VI, este cubano, considerado el sociólogo de referencia más importante de habla hispana, dijo ayer sentirse «grandemente honrado» y «profundamente agradecido».

Tras ello, afirmó que el Princesa de Ciencias Sociales le supone «un doble honor» al llegar «de un país donde los inmigrantes y sus hijos han podido en general integrarse y progresar».

A juicio de este experto, nacido en La Habana en 1944, las políticas de España en este asunto «podrían servir de ejemplo» a otros países receptores de migrantes. Tras cuatro décadas de investigación, en las que ha logrado introducir nuevos conceptos como los de enclave étnico e integración segmentada, Alejandro Portes ha ayudado a entender la adaptación de los inmigrantes en sus países de destino.

Durante su etapa como profesor en la Universidad de Texas, entrevistó a más de 1.500 cubanos emigrados a Miami, y concluyó que este colectivo había creado una comunidad integrada exclusivamente por inmigrantes altamente emprendedores que, a medida que crecía con más compatriotas, se hacía más independiente del resto de la ciudad.

Varios años más tarde, en 1992, emprendió otro proyecto en el que realizó más de 5.000 entrevistas a niños hijos de inmigrantes, repetidas en su adolescencia, que reveló que esta segunda generación se integraba bien en la sociedad estadounidense. No obstante, este diagnóstico detectó un riesgo de inadaptación en los hijos de inmigrantes ilegales de escaso nivel educativo, problema para el que recomendó trabajar con los padres en sus respectivas comunidades.

Once años más tarde, Portes promovió otro estudio en España, en colaboración con el Instituto Ortega y Gasset, que reflejó, a través de más de 7.000 entrevistas, cómo el 50 % de los hijos de inmigrantes se siente español.

Exiliado político

El investigador, nacionalizado estadounidense en 1968, es profesor de la Universidad de Miami y emérito de Princeton. Abandonó Cuba en 1960 como exiliado político, estudió en la Universidad Católica de Argentina, en Buenos Aires, y terminó su licenciatura en Sociología en 1965 en la Universidad de Creighton, en Omaha.

Portes, fundador y director del Centro de Princeton para la Migración y el Desarrollo, fue nombrado en 1997 presidente de la Asociación Americana de Sociología y es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de la Academia Americana de Artes y Ciencias.