El director artístico del Palau de les Arts, Jesús Iglesias, llegó al cargo en enero con la intención de abrir el teatro valenciano a otros géneros y repertorio. Aunque asegura que «siempre habrá alguna espinita clavada», se muestra satisfecho con la temporada 2019-20 que presentó ayer, junto al conseller de Cultura, Vicent Marzà, y la presidenta del Patronato de Les Arts, Susana Lloret. Iglesias presentó un programa con títulos eminentemente de ópera, pero sin olvidar la zarzuela, la danza, el lied, los conciertos sinfónicos, el flamenco, el jazz o, incluso, el fado. El presupuesto para la programación asciende a los 5,6 millones de euros.

En cuanto a la gran protagonista del teatro, la ópera, Iglesias explicó que la nueva temporada llegará con nueve títulos y la intención de ampliar el repertorio, «muy focalizado en el siglo XIX italiano y francés y el barroco francés». Destacó también su interés por prestar especial atención a la selección de directores de escena, en busca de «modernidad pero evitando la provocación, acorde con los estándares internacionales» y con directores musicales «especialistas en los repertorios». La próxima temporada el coliseo no tendrá director musical titular, tras la salida tanto de Fabio Biondi como Roberto Abbado, quien concluye su vínculo con Les Arts tras la dirección de Lucia di Lammermoor, de Donizaetti, a principios de julio.

De la programación lírica que está por venir, desgranó Iglesias una por una todas las propuestas. La temporada comenzará con dos Mozart, La nozze di Figaro -«para reivindicar el repertorio clásico», dijo- y La finta giardiniera, la primera ópera cómica del compositor austriaco, que escribió con 18 años. Poulenc, compositor del siglo XX, debutará en Les Arts con Les mamelles de Tirésias y Nabucco, de Verdi, será uno de los platos fuertes de la temporada con el «imprescindible» Plácido Domingo en el papel protagonista y el valenciano Jordi Bernàcer en la dirección.

Elektra, de Richard Strauss, la definió el máximo responsable de Les Arts como «un gran reto para todos». Con su presencia en la temporada, Iglesias responde, dijo, «a una de las grandes demandas de crítica y público: el regreso del gran repertorio centroeuropeo». Il viaggio a Reims, de Rossini, supone para Iglesias «una fiesta vocal y escénica», que cosecha «un éxito arrollador allá donde va», dijo.

La «laguna del barroco» la cubre Iglesias con Ariodante, de Häendel. Doce años después el maestro alemán regresa a la Sala Principal. «Había que corregir esa desviación», dijo Iglesias. Del mismo modo, la «recuperación del teatro lírico español» llega con Il tutore burlato, del valenciano Martin i Soler, producción que estará en el proyecto itinerante Les Arts Volant. Cerrará la temporada lírica Faust, con la dirección musical de Michel Plasson, «una leyenda viva», alabó Iglesias.

La zarzuela, con títulos como La tabernera del puerto -con dirección de escena de Mario Gas-, es un «compromiso» para la nueva dirección del coliseo, quien apuntó al lied como una de las novedades de la temporada y que contará con cinco conciertos de «estrellas de primer nivel» como Philipe Jaroussky o Ainhoa Arteta. «Era una deuda pendiente tener un ciclo de lied». Aseguró también Iglesias que «la danza debe tener entidad propia» y para ello ha programado tres propuestas. De ellas destaca Âtmen, el comiat, producción de Ananda Dansa. Las nuevas propuestas de Iglesias pasan también por la música sinfónica, «muy importante para las orquestas». Entre ellas destaca el regreso del director valenciano Gustavo Gimeno, uno de los favoritos para dirigir la Orquesta de la Comunitat Valenciana.

Les Arts se abre en esta próxima temporada a otras músicas como el flamenco, el jazz o el fado; «consolida» la presencia de las bandas valencianas y mantiene un voluminoso conjunto de actividades didácticas, educativas y de formación. «La temporada es un reto importante, pero apasionante. Es un programa ambicioso», concluyó.

Un proyecto «360 grados»

Para Lloret, esta es una temporada «360 grados» porque el coliseo se «redefine como un gran teatro musical conectado con la realidad que lo rodea». En cuanto a la llegada del Ministerio de Cultura a Les Arts, Marzà confió en que se prosiga con la tarea que se hizo antes del avance electoral y el Estado entre a formar parte del Patronato. «Con esta presentación, damos aún más razones», sostuvo.