Román Collado fue herido en la suerte suprema en el tercer toro de la tarde en Las Ventas, perteneciente a la ganadería de Baltasar Ibán. El astifino ejemplar prendió al espada valenciano en el momento del embroque de la suerte suprema por el muslo derecho, por encima de la rodilla, y quedó largos segundos colgado del pitón. En el suelo se apreció la abunde hemorragia del fuerte percance y Román, rápidamente, tapó el boquete con su mano mientras era trasladado a la enfermería del coso madrileño, donde ha sido operado de una cornada de 30 centímetros en la cara interna del muslo derecho, por el equipo del doctor García Padrós y el pronóstico es muy grave.

La herida, cuya trayectoria es hacia fuera y hacia abajo, produce destrozos en "vasto interno, musculatura aductora, contusión con vaso espasmo de arteria femoral, rodea el fémur por su cara posterior produciendo contusión en nervio ciático, presentando orificio de salida por cara externa, tercio inferior del mismo muslo", reza el parte médico que firma el doctor García Leirado.

Después de la intervención, que ha durado más de una hora, ha sido traslado al hospital San Francisco de Asís para valoración por los especialistas vasculares. El pronóstico de la cornada es "muy grave", añade finalmente el parte médico oficial.

El joven valenciano, que cumplimentaba su tercera comparecencia en San Isidro, perdió mucha sangre pero entró consciente al quirófano de la enfermería.

Antes, Román realizó una labor donde se la jugó a carta cabal, con decisión y sinceridad, frente a un toro complicado, mirón y parado. El valenciano, que siempre se cruzó al pitón contrario, intentó alargar la embestida con temple y largura.

La afición de Madrid premió la entrega de Román con una oreja, que recogió su banderillo Raúl Martí, cuando el animal claudicó. Este trofeo se suma a la oreja que cortó la pasada semana en Madrid a un toro de Adolfo Martín tras una de sus mejores actuaciones por la madurez y la solidez que demostró delante de la cara del animal.

En el cuarto, Curro Díaz brindó su toro a Román depositando la montera en la enfermería. El jienense cortó una oreja y Pepe Moral completó el cartel.