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Análisis

Las oportunidades perdidas del Bellas Artes

Cultura renunció a la "Oración en el huerto" de Joan de Joanes porque había adquirido recientemente por 90.000 euros otra tabla del pintor

Las oportunidades perdidas del Bellas Artes

¿Ha sido la compra por parte de un particular de la tabla Oración en el huerto de Joan de Joanes una oportunidad perdida para el patrimonio público valenciano? ¿Debería haber participado la Generalitat en la subasta que tuvo lugar en Madrid de esta pieza del retablo de San Eloy que hasta ahora se consideraba desaparecida?

El precio de salida -30.000 euros, la misma cantidad que ha pagado el nuevo propietario de esta pintura-, no era, según los expertos, ni mucho menos alto. Y más si se tiene en cuenta que, hasta ahora, de las veinte tablas del retablo de los plateros valencianos parcialmente destruido por un incendio en 1548, solo estaban cuatro localizadas: dos en El Prado, una en la Universidad de Arizona y una en el Museo de Bellas Artes de València.

Según ha podido saber Levante-EMV, la Conselleria de Educación, Cultura y Patrimonio sí había sido informada de que iba a tener lugar la subasta del Joan de Joanes y que incluso técnicos del Bellas Artes habían recomendado su adquisición por su valor artístico e histórico y por su bajo precio. Pero, finalmente, la conselleria decidió no participar en la puja ni siquiera dirigirse a la casa de subastas para intentar negociar una compra directa o una reserva con el vendedor, cuya identidad se desconoce.

A preguntas ayer de este periódico, Cultura se limitó a indicar que «al Museo de Bellas Artes llega información de muchas subastas de obras de arte de interés para su discurso museístico». «En esta ocasión -añadieron- se descartó, entre otros motivos, porque recientemente se había adquirido una tabla de Joan de Joanes llamada La Virgen de la Esperanza».

Efectivamente, hace unos meses la pinacoteca adquirió por 90.000 euros esta tabla que en 2018 no había encontrado comprador en una subasta con un precio de salida de 100.000 euros.

Aunque Cultura no lo nombra, el museo de la calle San Pío también ha formalizado este año la compra de otra tabla de Joan de Joanes, en este caso dedicada a San Roque y perteneciente al retablo de San Sebastián, San Bruno y San Vicente Ferrer, fechado hacia ????. En esta adquisición Cultura ha invertido 60.000 euros y ha justificado la compra en que «Joan de Joanes es el principal pintor renacentista hispano y porque el Bellas Artes se está convirtiendo en el gran referente del artista tanto por el número de obras como por la calidad de las mismas». Argumento que no ha servido para adquirir la Oración en el huerto del retablo de San Eloy.

Del gótico al siglo XX

No es esta la única ocasión en la que el museo valenciano ha tenido la oportunidad de engrosar su colección con algunas joyas a golpe de puja. A lo largo de los años muchas han sido las obras desde el Gótico -periodo en el que es referente nacional- hasta el siglo XX en las que el Bellas Artes ha dejado escapar piezas que podrían completar su relato expositivo.

Ejemplo de ello es la Piedad de Gonçal Peris, considerado una de las principales figuras de la pintura valenciana de la primera mitad del siglo XV. La pieza salió a subasta en Londres en 2013 por 230.000 euros. El Ministerio de Cultura ni se planteó entonces pujar para que la obra se quedara en València. Finalmente se vendió por 420.000 euros.

En 2012 el ministerio también dejó escapar la Natividad con ángeles músicos de Nicolás Borrás, principal continuador de Joan de Joanes. La obra permanecía en una colección privada hasta que el museo la descubrió, la investigó y ejerció su derecho de tanteo. Los propietarios la tasaron en 161.500 euros, cifra que obligó al ministerio a dejarla marchar fuera de nuestras fronteras. Salió a subasta en Londres por 38.200 euros y obtuvo un precio de remate de 84.600.

Tampoco pudo ser con Alegoría de las artes, obra de Miguel March considerada una obra principal del barroco valenciano. Salió a subasta en Londres a finales de 2013 y fue un coleccionista europeo el que se hizo con ella por 82.500 euros. José Gómez Frechina, entonces conservador del museo, dijo que la pieza debería formar parte de la colección del Bellas Artes o, al menos, quedarse en València. De hecho, el museo ya intentó hacerse con ella en 2004 aunque la falta de fondos le hizo desistir.

Y uno de los grandes, el museo Metropolitano de Nueva York truncó otro sueño del Bellas Artes. En 2014, el MET adquirió una Cabeza de Cristo, de Fernando Yáñez de Almedina, uno de los Hernandos, introductores a través de València del Renacimiento italiano. Tenía un precio de salida de entre 293.000 y 438.000 euros.

La tabla perdida del Retablo del Juicio Final, del Maestro de Artés, de inicios del siglo XVI, fue otra oportunidad desaprovechada por el museo en 2014. Salía a subasta en París a partir de 30.000 euros. Finalmente, quedó sin propietario, al quedar la subasta desierta.

Otro peso pesado adelantó al Bellas Artes en la adquisición de una Piedad de Gonçal Peris. Esta vez el Louvre adquirió la pieza, que pasó en 2014 a ser una de las joyas del arte español en el centro francés. Aunque el museo galo no detalló el precio de remate, esa misma obra se vendió en 2008 por algo más de medio millón de euros.

La subasta en Londres en 2015 de la tabla gótica San Dimas asesinando a su padre del maestro Perea tampoco tuvo destino final en el Museo de Bellas Artes. Salía a la venta por 35.000 euros, pero el entonces conocido como San Pío V miró hacia otro lado.

Una de las últimas subastas en las que el Bellas Artes podría haber pescado fue la venta de otro Gonçal Peris.El Nacimiento de San Luis de Tolosa salía por 13.000 euros. La compró un coleccionista internacional de Barcelona por 80.000 euros.

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