Obras de: Russell Peck,
G. Enescu y S. Prokofiev
palau de la música
Orquesta de Valencia y AMORES, Grupo de percusión (Pau Ballester, Angel García y Jesús Salvador «Chapi»). Director: Álvaro Albiach
Nada menos que 3 decenios lleva el grupo Amores dedicado a trabajar el difícil -pero necesario- repertorio de la música actual para percusión. Prácticamente todos los compositores españoles contemporáneos han pasado por sus atriles lo cual denota su inquietud hacia la cantera propia. Mas para celebrar su 30º aniversario eligieron una obra del norteamericano Russell Peck, fallecido hace 10 años.
The Glory and the Grandeur, concierto para 3 percusionistas y y orquesta, fue estreno en España. Pau Ballester, Ángel García y Jesús Salvador «Chapi» confirmaron el merecimiento de sus múltiples premios y galardones recibidos desde 1989. La primera parte de la obra se inicia con una paráfrasis de otra partitura del mismo autor, Lift-Off donde la polirritmia de los 3 diferentes grupos de tambores confirmo el virtuosismo (habilidades coreográficas) de los solistas valencianos quienes, poco a poco fueron añadiendo vibráfonos, campanas, gongs y platillos chinos para pasar a interactuar en una única marimba en un juego deslumbrante por su prestidigitación. Finalmente, la obra concluyó con el apoyo de la Orquesta de Valencia que arropó con carácter quasi cinematográfico el tutti final. Son varios y variados los ecos que emanan de la obra: Gershwin, Copland, Berstein o Williams son algunas de sus influencias que resuenan en la pieza junto al blues o incluso el jazz. Un show total, sonoro y visual, después del cual el grupo ofreció delicado bis de Piazzolla.
Para su nueva presentación en València, Alvaro Albiach (Liria, 1968) escogió la 7ª de Prokofiev, última de sus sinfonías. Se esforzó en uniformar el particular sonido de la obra, iniciada con intensidad desde la cuerda y el viento, consiguiendo su mejor momento en el vuelo imprimido al vals del Allegretto. Antes, expuso con energía y brío la 2ª Rapsodia rumana, de Enescu, patriarca de la música de su país y maestro de la orquestación. El público, con abundante representación edetana, aplaudió a maestro y orquesta pero€ ¿Por qué no hizo saludar a los diferentes profesores solistas y pianista? Se echó en falta el detalle.
