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Entrevista

Salvador Sobral: "Ahora no ganaría Eurovisión ni de coña"

El portugués llega hoy al Palau de la Música para presentar "París, Lisboa", un disco que nació de sus viajes a París, para visitar a la que es hoy su esposa.

Salvador Sobral: "Ahora no ganaría Eurovisión ni de coña"

Hace tan solo un año que tocó en el Palau de la Música de València. Desde entonces han pasado muchas cosas. Se ha recuperado completamente de su operación, se ha casado

(Ríe) Sí. Aunque sigo siendo el mismo. Eso sí, he cambiado mucho físicamente.

¿Le reconocen por la calle?

Menos, pero sí. Mi cuerpo ha cambiado mucho. Me he cortado el pelo y he engordado. Aunque mi música también es diferente. Nunca hago un concierto igual al que ayer. El jazz siempre es nuevo.

¿Se ha acostumbrado a vivir en la carretera?

Sí. Lo que más me gusta de viajar es hablar con la gente y comer. Además, me encantan las lenguas.

Su nuevo trabajo se llama «París, Lisboa». Con este título es inevitable pensar en la película de Win Wenders, «París, Texas».

Sí, es mi película favorita.

La cinta trata sobre el proceso de identidad de una persona. ¿También ocurre con este nuevo álbum?

Siempre estoy en una búsqueda constante. Es mi enfermedad crónica. Mi objetivo es estar siempre algo «incómodo» para hacer cosas nuevas. No me gusta estar parado. Estos últimos meses me sentía un poco así, recostado. Acabo de sacar el disco, y ahora solo hay que recoger los frutos. Hacer conciertos y ofrecer entrevistas, y no puede ser. Así que he empezado otro proyecto.

¡Vaya!

Estoy trabajando en un proyecto relacionado con Jacques Brel, sobre la chanson française. Para mí, Brel, es uno de los mayores intérpretes de la historia.

¿Cómo es capaz de combinar la gira con otros trabajos?

Las giras ya no son como antes, que las bandas se iban seis meses tocando por ahí. Yo no podría hacer eso por varias razones. Una, porque no me apetece. Prefiero ver más a mi familia, aunque sean tres días. Y otra, por motivos de salud.

¿En qué va a consistir este nuevo proyecto?

En tres conciertos junto a una banda. Todavía tenemos que hacer los arreglos con temas de Brel. Si salen más bolos, mejor, pero en principio solo serán esos conciertos para febrero del año que viene. Por otra parte, le tengo que decir que estoy muy metido en el flamenco. Hice un proyecto en Galicia sobre los poemas que escribió Lorca en gallego cuando estaba enamorado de un chico de Galicia. En el proyecto, un pianista de Pontevedra hizo los arreglos y los demás cantábamos. Todos eran flamencos menos yo (ríe). Estuve junto a cantaores como Arcángel o Kiki Morente, el hijo de Enrique Morente. Me enamoré del flamenco. Me parece algo sobrenatural. Entre mis planes está hacer algún proyecto flamenco. Como ve, presento una gran hiperactividad. Aunque ahora mismo, mi prioridad es mi disco.

El título del álbum también hace referencia al proceso creativo del disco.

En cuanto salí del hospital empecé a pensar en el nuevo álbum. Viajaba mucho a París, porque mi mujer es de allí. Siempre estaba entre Lisboa y París pensando en el álbum, componiendo y perfeccionando los arreglos. Esas ciudades fueron cruciales para el disco.

En alguna entrevista confesó que lo pasó mal por la presión mediática que había sobre su estado de salud. ¿Ha cambiado su relación con la prensa?

Ahora se ha calmado todo un poco. Particularmente, no entiendo a las personas que no dicen lo que piensan. Supongo que es por miedo a que la juzguen en ese mundo loco de las redes sociales. A veces la gente me ha atacado, pero es lo que tiene hablar sobre lo que uno siente de verdad. No me ha importado.

Hace dos años que ganó el festival de Eurovisión. ¿Se ha cansado de hablar del tema?

Eurovisión siempre va a acompañarme de una manera o de otra. Fui el primer portugués en ganar Eurovisión y siempre voy a ser recordado por ello. Tampoco me he cansado de la canción, ¿sabe?

Hay una canción en el nuevo disco, «Prometo nao prometer», que recuerda al espíritu de «Amar pelos dois».

Sí, es porque también la ha compuesto mi hermana Luisa. Creo que si hubiera ido con «Prometo nao prometer» a Eurovisión hace dos años hubiera ganado igual. Las dos canciones muestran la fuerte conexión que tengo con mi hermana.

¿Cree que si se hubiera presentado este año a Eurovisión hubiera ganado?

No. Mi triunfo coincidió con muchas cosas, entre otras, la necesidad de cambio. Había ganas de música nueva. Eso solo pasa una vez en la vida. Ahora no ganaría ni de coña.

¿Cree que ahora vive la mejor parte de la fama?

Sí. Ahora toca cantar y viajar. Nunca me hubiera imaginado tocar en los sitios en los que he estado. Mi banda algunas veces me dice: Estamos seguros de que llegaríamos aquí sin Eurovisión, pero a lo mejor, tardaríamos 10 años».

Usted que ha vivido un tiempo en España, ¿ve a España diferente?

Bueno, España nunca se debe generalizar. Es como si estuviera compuesta por muchos países a la vez. España no hay solo una. La veo tan plural como siempre.

¿Volverá a visitar el Jimmy Glass esta noche?

Puede que sí. Nunca se sabe, según vaya la noche. Es el único local que conozco que tiene el escenario en un pasillo. Me encanta.

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