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Entrevista

S. Alapont: "Siempre me ilusionará hacer música con la Orquestra de la Comunitat Valenciana"

El director valenciano asegura que "lo primero en lo que pienso cuando estoy en el escenario es en la voluntad de compositor"

S. Alapont: "Siempre me ilusionará hacer música con la Orquestra de la Comunitat Valenciana"

El director valenciano Sergio Alapont (Benicàssim, 1976) regresa el viernes al Palau de la Música, donde dirigirá al conjunto residente, la Orquesta de València. Les acompañarán el guitarrista José Luis Ruiz del Puerto y los pianistas Marina Delicado y Xavier Torres. El programa, un homenaje al compositor valenciano Francisco Llácer Pla, lo forman la Sinfonía nº5 (Adagietto), de Gustav Mahler; Resonancias. Tres murales sonantes para guitarra amplificada, cuerda y percusión, de Emilio Calandín -obra de estreno encargada por el Institut Valencià de Cultura-; Ricercare concertante para dos pianos y orquesta, de Llácer Pla, y El pájaro de fuego-suite 1919, de Ígor Stravinsky.

Hábleme del concierto del viernes.

Es un programa muy especial porque es un homenaje a un compositor, bajo mi punto de vista, muy importante para la cultura valenciana. Dentro de la música culta, en el periodo de los años 60, 70 y 80 componer se convierte en un verdadero ejercicio de intelectualidad y de búsqueda de nuevos sonidos. Llácer Pla, sin duda, consigue una identidad propia. Creo que es el único compositor valenciano con un gran culto hacia el serialismo de la Segunda Escuela de Viena. Su música tiene también un carácter colorista. Será una noche muy especial por interpretar su música y porque la que acompaña era absolutamente de su gusto: mostraba pasión por Mahler y Stravinsky y se estrena una obra de Emilio Calandín, su alumno más ilustre.

¿Por qué ha elegido este repertorio?

Calandín me hizo saber la pasión de Llácer Pla por estos músicos. Probablemente es el concierto que le hubiera gustado escuchar a Francisco Llácer.

¿Cuál es el legado de Francisco Llácer?

Es un legado muy serio en cuanto a una calidad extraordinaria. No se caracteriza por el perfil típico influenciado por el Mediterráneo. Cuando lo escuchas no recuerda especialmente a la cultura en la que ha crecido. Esto no es negativo, todo lo contrario. Quiero decir que tuvo la genialidad de crear un sonido más centroeuropeo, pero con notas de color propias de su tierra. Deja un importante legado de alumnos, además de Calandín, el guitarrista solista -José Luis Ruiz del Puerto- también fue alumno suyo.

¿Cómo es la obra de estreno?

De un lenguaje riquísimo, Calandín es un compositor extraordinario. La música de Calandín tiene una personalidad propia, no imita a nadie, pero sí tiene grandes influencias. La obra está llena de curiosidades: está construida sobre un sistema numérico de 9-6-3. Nueve son las letras de Francisco, seis son las de Llácer y tres las de Pla. Con esta estructura lo crea todo. El primer movimiento dura tres minutos; el segundo, nueve y el tercero, seis. Además, la estructura de los compases es 9-6-3. De forma casi obstinada, el rimo recuerda todo el tiempo «Francisco Llácer Pla».

¿A quién tiene en mente cuando coge la batuta?

En lo primero que pienso es en la voluntad del compositor, en lo que nos transmite con su partitura Nosotros le damos vida en lo que intentamos que sea la interpretación ideal a través de los músicos. Mi objetivo es dar vida con toda la honestidad y compromiso a la voluntad del compositor. En segundo lugar, busco el disfrute de crear un sonido.

¿En qué lugar queda el público?

Antes y después de la interpretación, tengo claro que la única razón fundamental por la que estamos en el escenario es el público. Me hace feliz sentir las vibraciones del público, que se haya conmovido y que haya conectado con el discurso musical. La música no tiene vida si no tiene quien la escuche.

¿Cómo ve la Orquesta de València?

Es una de las orquestas más antiguas de España y esta sabiduría se oye en el sonido, aunque esté llena de gente joven. Tiene una calidad sonora global e individual.

El Palau se ha abierto a nuevas músicas. ¿Es de los que aplaude esta iniciativa o prefiere que sea templo de músicas más elevadas?

Soy partidario de abrir los auditorios a distintos estilos musicales, pero siempre teniendo en cuenta sus características acústicas.

La última vez que hablamos aún no había llegado Jesús Iglesias a la dirección artística de Les Arts. ¿Qué le parece su elección?

No lo conozco personalmente, pero sí su trayectoria. Su elección no ha podido ser más acertada. Independientemente de la polémica en la gestión económica del primer periodo, es incontestable la calidad de sus primeros años. Con Davide Livermore se contó con una persona de genialidad sublime y creatividad asombrosa, pero no tuvo gusto para elegir a los directores titulares y tampoco conocimiento de la ciudad para elegir el repertorio adecuado. Utilizó una programación con excesivo repertorio infrecuente. Exceso de Barroco y Clásico no importante, sino de «música rara», poco frecuente. No hizo lo mejor para la salud del público y la casa. La etapa de Livermore fue de una personalidad mucho más creativa que el periodo anterior, que fue de criterio y a golpe de talonario. Livermore quitó un poco el aroma a elitismo. Él abrió Les Arts a todo tipo de público. Jesús Iglesias es una persona con una carrera internacional impresionante, llega con una trayectoria como director artístico más importante que Livermore. Creo que Jesús Iglesias está demostrando un equilibrio en la programación que nunca se había visto antes.

¿Ser bueno es suficiente o la música clásica también depende del «marketing»?

Quien llega a largo es porque tiene mucho que ofrecer. Más que de marketing, yo hablaría de comunicación.El marketing es de corto recorrido.

¿Cómo es un buen año para un director?

Más que la cantidad lo bonito es enlazar proyectos de calidad. Es lo que permite aumentar la sabiduría y calidad artística.

¿Diría que 2019 está siendo un buen año usted?

Está siendo trepidante. Después de aquí me voy a Francia, Italia, Israel, debuto en Irlanda del Norte,...

¿Algún proyecto con Les Arts o el Palau de la Música?

Con Les Arts no tengo ningún compromiso, pero he tenido el placer de colaborar en dos ocasiones y siempre estaré ilusionado de hacer música con la Orquestra de la Comunitat Valenciana. Con el Palau de la Música no hay un compromiso formalizado pero hay una muy buena relación.

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