Andrés Corchero es un bailarín galardonado y con una extensa trayectoria profesional que ha bebido durante mucho tiempo de la danza Butoh, proveniente de Japón. El artista ha sido invitado a Bombas Gens para realizar una improvisación aunando su danza con la exposición fotográfica «La mirada de las cosas. Fotografía japonesa en torno a Provoke».
¿Cuánto tiempo estuvo fraguándose su proyecto actual «Nowhere Man»?
El proyecto empezó hace tres o cuatro años como un deseo de bailar a partir de canciones que de alguna manera te producen una emoción. Una de las motivaciones principales era esa, elegir entre una amalgama de canciones. Me surgió esta idea, coleccioné una serie de temas e intenté hacer un solo en el que no tuviese una pieza fijada completamente, sino que pudiese cambiarla en función de la música que quiera ese día y del espacio en el que me encuentre. De ahí la palabra «nowhere», hombre de ninguna parte.
¿Cuáles serían las características principales del proyecto?
El no saber qué música voy a usar en cada momento, no saber en qué lugar voy a bailar y tener que hacer el esfuerzo de construir cada vez una pieza distinta con elementos conocidos, pero que nunca va a resultar igual.
¿Cómo cree que es posible que la música en sí provoque emociones en las personas?
Hablamos de canciones. Trabajo con sonidos diversos, ruidos, con música más contemporánea o electrónica. En esta ocasión he querido trabajar más con canciones y éstas tienen melodía y letra. La letra en sí ya te dice muchas cosas. Todas las canciones te llevan a algún sitio, eso es lo interesante, pero no sólo las que me llevan a mí, sino las que llevan a más gente también.
En relación a la exposición fotográfica «La mirada de las cosas», ¿cómo se fusiona la fotografía japonesa con la danza?
Estuve en Japón durante mucho tiempo, conozco un poco la historia de la exposición y tiene que ver con la danza que yo hago. También tuve la oportunidad de conocer a uno de los fotógrafos de la exposición, sé de su obra y más que intentar reflejar lo que la obra dice, es situarme como un elemento más de la exposición, como una foto viva de ese momento y ligarlo con el presente.
La actuación consiste en un diálogo a través de la danza entre el cuerpo, el lugar, las obras expuestas y los propios espectadores. ¿Cómo lo lleva a cabo?
Primero voy al espacio, lo miro, intento situarme en él como un espectador más e intento imaginarme ahí. No tengo claro lo que va a suceder, aunque sí puedo tener una ligera idea. El grueso viene el día de la actuación. Una vez allí, con el espacio configurado, las partes que yo he podido imaginar tendrán que ser modificadas en relación a los factores del entorno. El proyecto es ir viviendo en el momento con las circunstancias que se van presentando. Hay un espacio común que compartimos los espectadores y yo. Este espacio no se conoce hasta que no estás allí.
¿Cuál sería la definición para la sensación personal que proporciona este diálogo?
No importa lo que yo sienta, importa lo que siente el público. Los que bailamos intentamos, a través de nuestro cuerpo, transmitir y generar una seré de sensaciones que van más allá de lo que nosotros podamos sentir. Hay gente que siente muchas cosas bailando, pero lo más importante es cómo yo, a través de mi movimiento y de las imágenes que voy sugiriendo, puedo notar el interés del que me está mirando. Cuando noto ese interés, es cuando se produce placer en mí, en el sentido de pensar que voy por el buen camino. Por el contrario, si noto disgusto, es porque significa que estoy produciendo algo en el otro que no le gusta, aunque no significa que no le interese.
Entre los premios que ha recibido se encuentra el «Premi nacional de dansa de Catalunya 2003» y el «Premi aplaudiment 2002», además de ser director
Estoy preparando un nuevo solo para el próximo enero en el Mercat de les Flors. Aunque tampoco es nuevo, soy una persona que va haciendo lo mismo, pero intentando ver cómo puede evolucionar. Mis retos son cada día ir creciendo a partir de las cosas que las nuevas generaciones aportan.
¿Cuál es la situación de la danza Butoh actualmente?
Ha cambiado mucho, se ha convertido en una estética formal, cosa que rompe con sus principios, que son romper con la estética formal y establecer una forma de entender el cuerpo y la danza, no una forma de danza. Los principios del Butoh eran esos.
