Tras semanas de silencio oficial, ayer, al fin, se hizo la voz en el Palau de la Música de València. La presidenta del auditorio, Glòria Tello -también concejala delegada de Patrimonio y Recursos Culturales- y el director, Vicent Ros, anunciaron que el Palau de la Música intervendrá gran parte de las salas Iturbi y Rodrigo, tras el desprendimiento del techo de esta última la noche del 29 de junio.

Como avanzó ayer Levante-EMV, Tello confirmó que el ayuntamiento deberá acometer las obras para trasladar el sistema de climatización -que ahora pasa por el techo- a debajo del patio de butacas. Aunque este anuncio se hace tras el accidente de la sala Rodrigo, Tello y Ros explicaron que las obras se realizarán en las dos salas, pues ambas cuentan con el sistema de aire acondicionado por el techo, una instalación que -según Tello- era habitual hace 30 años, edad que suma el Palau de la Música.

Hay que recordar que en noviembre de 2018 también hubo desprendimientos del techo de la sala Iturbi, aunque en aquella ocasión fueron provocados por filtraciones de agua tras un episodio de intensas lluvias.

Tello señaló que el cierre del edificio servirá no solo para reparar las maderas dañadas del techo desprendido y los conductos de aire, sino también para renovar el patio de butacas de ambas salas, las plataformas elevadoras o instalar nuevos paneles acústicos de ambos espacios, que juntos suban cerca de 2.000 localidades.

Respecto a los plazos, tanto Tello como Ros no quisieron dar un fecha ya que actualmente la concejalía de Servicios Técnicos del ayuntamiento trabaja en el pliego de condiciones del concurso público para licitar y adjudicar las obras de reforma. Tampoco dieron cifras en cuanto al presupuesto estimado de las obras, aunque según fuentes consultadas por este diario podría alcanzar, por lo alto, los siete millones de euros.

Respecto al sistema de climatización, Tello explicó que el Palau de la Música es el segundo edificio municipal con mayor consumo energético, por detrás de Tabacalera, por lo que insistió en la necesidad de una reforma del sistema de aire acondicionado que permita ahorrar recursos.

En cuanto a los conciertos de la próxima temporada, que comienza en octubre, Tello y Ros aseguraron que no se ha cancelado ninguno «por el momento» y que ya se han reubicado el 60 % de ellos, entre el Palau de les Arts y el Palacio de Congresos. Asimismo, añadieron que se está trabajando para que el Almudín sea la sede para alojar parte de los conciertos que estaban previstos en la sala Rodrigo, como los recitales de música de cámara. Además, según ha podido confirmar este diario algunos músicos ya han hecho pruebas de acústica en estos espacios alternativos.

Por otro lado, para los ensayos de la Orquesta de València no ha sido necesario ningún cambio ya que se realizan en el edificio García Navarro, aunque tampoco descartaron hacer pruebas en los otros auditorios si fuera necesario. Sobre el día a día de los trabajadores del Palau, Tello confirmó que los empleados de sala del Palau se trasladarán los días de concierto a aquella sala que acoja el recital.

Devolución de abonos

Tanto Tello como Ros quisieron lanzar un mensaje de «tranquilidad» por lo que añadieron que la compra de abonos y la renovación de los mismos sigue su curso con total normalidad y «una vez finalicen las reuniones actuales para saber la ubicación de los conciertos, contactaremos con los abonados para informarles de la reubicación y, evidentemente, en caso de la cancelación de alguno de ellos, se devolverá el dinero estimado para ese concierto. Además, el abonado que no esté conforme puede cancelarlo, aunque no descartamos crear unos nuevos abonos dadas las circunstancias», añadió Tello.

Además, la presidenta del Palau dijo que el ayuntamiento trabaja en un pliego de condiciones para un contrato de mantenimiento correctivo, que además de limpiar el Palau, se ocupe de las reparaciones. La concejala ha indicado que este contrato tendrá un presupuesto de unos 200.000 euros.

Por otra parte, se ha pedido al consistorio que se estudie el estado del trencadís que se instaló en el Palau, del que se han desprendido varias piezas. Tello explicó que todavía está en periodo de garantía con la empresa que la instaló. «Hemos preguntado si hay que retirarlo o arreglarlo, dado que es una intervención postiza que no diseñó el arquitecto».

Por su parte, la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, dijo ayer preguntada sobre el asunto que «hay más recursos del ayuntamiento» para complementar la temporada del Palau. En este sentido, apuntó que «tenemos salas de teatro, espacios culturales que se pueden ofrecer como apoyo para que esa programación no se pierda y podamos buscar esa simbiosis entre las diferentes áreas del ayuntamiento y espacios culturales para poder garantizar la programación musical que tanto disfrutan los valencianos durante cada temporada», dijo.

Igualmente, el conseller de Cultura, Vicent Marzà, dijo que está «en contacto con el ayuntamiento para hacer todo lo posible para seguir adelante con la programación y adaptarla a la nueva situación». «Todo lo que esté en nuestra mano lo pondremos para intentar ayudar y que el ayuntamiento y la ciudadanía no se quede sin la programación que estaba prevista», añadió Marzà.

Tello se mostró satisfecha por este intercambio y «reacción ejemplar» por parte de otras instituciones y recordó que cuando Les Arts sufrió unas inundaciones el Palau prestó su ayuda. También recordó que «no es la primera vez que el Palau tiene que cerrar» ya que «cuando se hizo la ampliación, estuvo año y medio cerrado». «Todos esperamos que esto dure lo menos posible, pero no podemos poner plazos porque todo va a depender de los proyectos. En cuanto sepamos cuanto va a durar, empezaremos a pensar en la programación del 20-21, por si la vamos a tener que llevar fuera», dijeron Ros y Tello. «Muchas veces tarda más el proceso administrativo que la intervención en sí», lamentó la presidenta del Palau.