n La restauradora de arte moderno y responsable de investigaciones de autentificación en el Instituto valenciano de Conservación, Restauración e Investigación de Bienes Culturales (IVCR+i), Greta García, experta en el pintor y escultor Amedeo Modigliani, ha destacado el trabajo de esta entidad en la actuación de la Policía autonómica para impedir la venta de un cuadro falso de este autor, cuyo precio podría haber alcanzado los 50 millones de euros, y ha detallado que en 13 años de profesión, únicamente ha encontrado tres piezas auténticas del maestro italiano.

Greta García, cuya tesis doctoral precisamente se centró en «Metodología científica para la realización de expertizaciones. La técnica pictórica de Amedeo Modigliani» y tiene un máster específico en autentificación de obras de arte, ha explicado que en su trayectoria profesional, habrán contactado con ella unas cien personas para preguntarle su opinión sobre supuestas obras que dicen tener del pintor italiano.

Sin embargo, solo ha encontrado tres auténticas, que haya analizado directamente. El resto han sido falsas. Y le llegan supuestos de todo el mundo, desde Filadelfia, Italia o la misma España. En estos tres autentificados positivamente, se trata de «obras menores», bocetos pintados en cartón que no habían llegado a entrar en catálogos de obras razonadas ni en circuitos de grandes colecciones y de los que se desconocía su existencia.

Uno pertenece a una colección de una multinacional japonesa, comprado en los años 70; otro de una colección mexicana de los años 30 y el tercero de una española, que adquirió un miembro de la alta sociedad que vivió en Francia y que lo «tenía colgado en la pared de su casa desde hacía 90 años».

Retirado del mercado

En el caso del falso Modigliani cuya comercialización ha impedido recientemente la Policía autonómica, se trata de una copia del cuadro Desnudo de muchacha que un anticuario tenía intención de vender. Un óleo sobre lienzo de 90x60 centímetros con la firma de Modigliani en el ángulo superior izquierdo y que, tras los trabajos del IVCR+i, los agentes acordaron su retirada de la circulación.

Sobre este recién falso Modigliani, ha explicado que es una práctica habitual de los falsificadores reutilizar cuadros antiguos, decapar y pintar encima «lo que quieren». Precisamente, en este caso, quien compró el cuadro a un anticuario en los años 80 pensó que era auténtico porque las fibras de la tela analizadas correspondían a la época del pintor.

Sin embargo, al intentar venderlo 35 años después, y con un estudio más completo en el IVCR+i, se ha comprobado que efectivamente se había usado un lienzo de hace cien años pero, por la fluorescencia obtenida, el barniz tenía alrededor de 35. Además, se ha comprobado que muchos de los componentes químicos de los pigmentos empleados en esa obra no se correspondían con la época en la que vivió el pintor, puesto que comenzaron a industrializarse tiempo después de su muerte, ocurrida en 1920. Con la intervención policial y la retirada del cuadro, la Policía ha evitado una «rueda» con esta falsificación.

Aunque las autentificaciones en arte han estado siempre en manos de los historiadores, la ciencia ha entrado en este campo con técnicas de imagen, fotografía ultravioleta, TAC, radiografías o análisis de materiales usados con microscópicos ópticos.

Hace dos semanas analizaron una tabla holandesa atribuida a Rembrandt que, tras el estudio material y el análisis de la fibra de madera, entre otros, se determinó que no podía ser porque era del siglo XIX. En este caso, si los análisis descartan por datación que sea de un pintor determinado, sí que pueden concluir que no corresponde al artista.