El domingo concluyó la octava edición del Festival d'Estiu Torreblanca con un concierto dedicado a la música norteamericana a cargo de la Orquesta Eutherpe.

La plaza de la localidad de la Plana Alta mostró un lleno absoluto. Desde la Fundación Amadeu Fabregat Mañes señalan que «se desbordaron las previsiones de asistencia y se agotaron las sillas disponibles. Calculamos que 1.200 personas disfrutaron del evento, en una población de 5.500 habitantes; somos conscientes de la buena respuesta entre turistas y vecinos de poblaciones limítrofes».

La noche del sábado ya hacía presagiar las buenas cifras de esta nueva edición. Ante una plaza abarrotada, los solistas Jacobo Christensen y Carlos Apellániz se ganaron el favor del público a cada pieza. Christensen, con el violín, interpretó piezas exigentes como Aires gitanos de Pablo Sarasate. Por su parte, Apellániz interpretó las piezas de Chopin Nocturno nº2 y Polonesa Heróica. Como colofón al concierto tuvieron que hacer hasta tres bises.