Del caso Weinstein, en proceso judicial, al de Plácido Domingo, solo sustentado aún por denuncias verbales, se han multiplicado los testimonios de abusos en ámbitos como el cine, la música o el deporte. Muchos de ellos tienen en común el acoso sexual como arma de poder.

Nadie del mundo del cine en España equivalía en poder a Harvey Weinstein, pero sí lo había en la música: Plácido Domingo, que según la única mujer que denuncia al tenor con nombre y apellidos -la soprano estadounidense Patricia Wulf- le presionaba para que tuviera relaciones con ella de un modo muy significativo: «¿Cómo le dices que no a Dios?»

«Reconozco que las normas y estándar de la actualidad son muy diferentes hoy de lo que eran en el pasado», se disculpa Domingo en una nota en la que daba su versión. El tenor sostiene en su defensa que siempre creyó que sus interacciones y relaciones con mujeres eran «bienvenidas y consensuadas».

Ese es, precisamente, el argumento con el que Weinstein, de 67 años, afrontará el 9 septiembre su juicio por varios delitos sexuales, violación entre ellos. Será, se supone, la recta final de una historia que también comenzó con una denuncia periodística: en octubre de 2017, The New York Times publica las acusaciones de las actrices Rose McGowan y Ashley Judd, entre otras. Estas fueron las primeras acusaciones, las que provocaron todo un terremoto feminista en Hollywood que, articulado posteriormente bajo el movimiento «Me Too», señaló a otros presuntos agresores y acosadores como el director y productor Brett Ratner, el cómico Louis C.K., el excreativo de Pixar John Lasseter o el cineasta Bryan Singer.

Y Hollywood contaminó al mundo de la política, de los medios de comunicación, del deporte, la música... Las acusaciones abrieron incontables frentes, unos, con final judicial, como ha sido el caso de Bill Cosby, condenado y en prisión desde en 2018 por violación, y otros, acusados públicamente y exculpados por la justicia, como el actor Geoffrey Rush.

Señalados

por acoso y violencia sexual, otros muchos nombres están aún en distintos momentos procesales; la denuncia contra el futbolista Cristiano Ronaldo, por ejemplo, se diluyó el pasado mes de junio cuando su presunta víctima la retiró y algo parecido le pasó a Neymar da Silva.

También es el caso del actor Kevin Spacey, liberado judicialmente una vez que su demandante retiró la denuncia. En este caso, la pena se le impuso en el terreno profesional: fue «sacado» de su serie de más éxito, «House of Cards» y su trayectoria ha quedado seriamente dañada.