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El teatro infantil llora a Bombalino

El actor y empresario Gabriel Fariza fue uno de los máximos exponentes del teatro de marionetas de todo el siglo XX

El teatro infantil llora a Bombalino

Gabriel Fariza falleció ayer martes en València a causa de una leucemia a los 69 años de edad. Figura clave del teatro infantil, llevó a cabo numerosos proyectos profesionales que han ensalzado su pasión por los títeres y el teatro a nivel nacional.

David Fariza, su hijo, explicaba ayer a Levante-EMV que sus padres consiguieron levantar una compañía profesional que lleva 40 años, con dos salas y que ha dejado un gran legado teatral, siendo referencia en València en cuanto al teatro infantil y de marionetas. «Ha peleado por el teatro de calle y por el de títeres. Empezó a hacer teatro de calle en el Madrid de los años 70, fue el primero en actuar en el Retiro durante el final del franquismo y formó parte de las huelgas de los artistas. Fue un componente muy activo de todas esas luchas y sobre todo peleó por el teatro», añade.

Fariza fue un gran profesional de la dramaturgia y acabó dedicándose a los títeres porque encontró una vía singular en la que expresarse y definirse, a pesar de ser un gran actor. La vía de los títeres y los payasos le llevó a encontrar un estilo propio y, a partir de ahí, decidió fundar el teatro La Estrella. Su gran orgullo era especialmente haber levantado La Estrella y que hubiera tenido éxito.

Junto a su mujer, Maite Miralles, fundadora con él del Teatro La Estrella, Fariza fue unos de los precursores de la plataforma «Salvem el Cabanyal» y tuvo una participación activa en sus reivindicaciones. «Nuestro teatro fue la primera sede de reuniones de la plataforma. El teatro Estrella y mis padres fueron importantísimos para 'Salvem el Cabanyal'. Siempre estuvieron ligados a ese movimiento y muy orgullosos por haber ganado esa lucha contra el Ayuntamiento de València, sabiendo que salvaron el barrio», determina su hijo.

En 1978 Maite y Gabriel, más conocido como Gabi, se embarcaron en uno de los proyectos teatrales más destacados del panorama valenciano: el dúo Bombalino y Cuchufleta. Más tarde, en los 80 ya se podía hablar del Teatro La Estrella, compañía creada por ambos artistas, siendo una de las más longevas e importantes a nivel nacional. La compañía ha reunido un repertorio de más de veinte espectáculos en activo y es también la productora de una serie de películas de animación creadas por otro de sus hijos, Simón, con dirección de arte de la propia Maite.

También fue relevante el papel que jugó Fariza en dos de las plataformas de teatro independiente más importantes de los 70: Tábano y Los Goliardos. Según David, «su vida éramos el teatro y su familia. El teatro ha sido el motor de su vida y por lo que ha peleado. A nivel profesional, ha hecho lo que ha querido y lo ha hecho bien, eso es lo más importante. Quería hacer teatro desde que era un niño y ha dejado una escuela muy buena con un legado muy importante. La profesión está conmovida, especialmente desde España y Portugal, que era por donde nos movíamos. Es una figura capital del teatro de marionetas del siglo XX».

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