El Palau de les Arts sustituyó ayer el sonido de la música clásica por el del flash para el único día del año en el que cualquier valenciano o turista -la mayoría italianos y chinos- pueden andar a sus anchas por el coliseo valenciano. Al menos, por la mañana, ya que a partir de las 17 horas, se hizo el silencio para recibir a la Orquesta de la C. Valenciana (OCV), bajo la batuta de Christopher Moulds. La jornada de puertas abiertas de Les Arts -ayer se celebró la duodécima- es un acontecimiento extraño en el que los visitantes se preguntan «qué hay de nuevo» en el coliseo. ¿Quién lo dirige? ¿Quién lo representa? y sobre todo: ¿Qué se hace allí? Pero aún más extraña ha sido esta edición para Les Arts, una institución que por fin ha alcanzado la estabilidad que tanto necesitaba en los despachos -Jesús Iglesias dirige el coliseo desde hace un año tras la salida de Livermore- pero que pronto la ha perdido por causas ajenas: el cierre del Palau de la Música y la polémica por las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre Plácido Domingo.
«Ha sido una decepción pero Plácido siempre será un referente», asegura Inma de València, una de las visitantes ayer en Les Arts. «No sé si tendrán fundamento o no, pero eso no tiene que afectar a la carrera de un profesional como él», opina. El tenor español es el director del Centre de Perfeccionament, una escuela lírica con sede en Les Arts que lleva su nombre. Pese a que solo acude a la escuela una vez al año para seleccionar a sus alumnos, lo cierto es que el tenor ha sido todo un promotor para el coliseo. Todavía se recuerda aquella frase del secretario autonómico de Cultura, Albert Girona: «No sé qué interés puede tener lo que diga una persona de fuera [Plácido Domingo] sobre el Palau de Les Arts». La expresión - «de fuera»- causó revuelo, pero el nombre del tenor en el título del Centre de Perfeccionament también crispa a algunos. «Creo que si existe un atisbo de duda sobre este señor, el auditorio debería prescindir de él. 30 mujeres son demasiadas», asegura una joven que prefiere no dar su nombre. «Soy concertista». Lo cierto, es que pocos visitantes accedieron a hablar de Domingo. «No por él, sino porque es un tema polémico y enseguida te critican», se excusó un hombre.
El Palau de les Arts emitió un comunicado tras la información de Associated Press el pasado mes de agosto, en la que nueve mujeres acusaban al tenor de acoso sexual, entre ellas la cantante Angela Turner Wilson. En ese momento, Les Arts anunció que esperaría a la resolución del caso para «actuar con consecuencia y adoptar alguna medida conveniente, preservando así la presunción de inocencia». Desde ese 13 de agosto han salido a la palestra 20 nuevas mujeres que acusan al tenor, entre ellas la ex trabajadora de Sony Classical de Alemania y la mezzo Patricia Wulf.
Mientras tanto, el coliseo ha sido fiel a su palabra. «Hacen bien en respetar la presunción de inocencia. Acusar desde el anonimato es muy bonito, pero puede destruir la carrera de alguien sin pruebas», opina Francisco, un vecino de Paiporta, quien cita casos como el de Kevin Spacey, que quedó «relegado» de la serie «House of cards» tras las acusaciones de acoso.
Otros visitantes, sin embargo, prefieren preservar ya no la presunción de inocencia, sino el respeto que tienen hacia el tenor. «Es un señor de los pies a la cabeza. Se ve a la legua. Tenemos muchas cosas que agradecerle», defiende Inmaculada, una valenciana abonada a Les Arts.
El tenor, que visitó el Centre de Perfeccionament en junio, volverá al coliseo en diciembre para protagonizar Nabucco, de Verdi.
Abrir las puertas al Palau
Les Arts es junto al Almudín, el Teatro Principal y el Palau de Congressos uno de los espacios que acogerá los conciertos programados por el Palau, cerrado desde el desplome de la Sala Rodrigo el pasado 29 de junio. Por el momento, el coliseo celebrará los Premios Iturbi de piano. En concreto, el día 27 acogerá un concierto de cuatro de los galardonados con el Premio Iturbi junto a la OV y una audición el día 21 en el Teatro Martín y Soler.
