Resulta difícil imaginar que a la artista y Premio Nacional Carmen Calvo (València, 1950) haya algo que le dé miedo. Cuando el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) le encargó una obra para su fachada reconoce que le asustó «un poco» las dimensiones que debía tener la pieza: casi 90 metros cuadrados. Sin embargo, el director del museo, José Miguel G. Cortés, sabía -dijo ayer- «que iba a salir bien».

Ambos presentaron ayer esta pieza que hasta el 29 de diciembre «vestirá» la fachada principal del museo. «Los cielos están cosidos» es una fotografía intervenida de collage que muestra el rostro de una mujer semicubierta con unas cuerdas. La obra pretende reflexionar sobre la violencia machista, la discriminación sexual y la imposición de los roles de género y estereotipos.

«Este es un proyecto que hace pensar en otros espacios. Te enfrentas a una dimensión en la que tienes que hablar de un tema tan vigente como la mujer, la educación o la cultura, algo que el IVAM lleva muy bien», dijo la artista en la explanada de Guillem de Castro. En opinión de la artista, «los objetos hablan. Me interesa lo que está pasando fuera del IVAM, en la ciudad. Y esta obra se ve desde el exterior, tiene que tener un llamamiento; hay que salirse de los formatos», aseguró.

Calvo explicó sobre la obra que la mujer que muestra «está castigada, infravalorada», «es una mujer sin edad porque el problema está vigente independientemente de la edad que se tenga, 15 o 50. Mis intervenciones son fotografías anónimas». Representa, así, a todas las mujeres anuladas y manipuladas con el objetivo de evocar al viandante la igualdad y evidenciar el rechazo a la violencia de género.

Además, sobre el título -«Los cielos están cosidos»- explicó que «tiene una doble lectura, porque la costura se asocia a lo femenino pero, al mismo tiempo, coser es fijar, como anular», explicó Calvo.

Para Cortés, «no hay mejor manera de empezar el curso que con la obra de Carmen Calvo, con una trayectoria importantísima». «Conocemos la potencia de su obra, pero intervenir la fachada era un reto porque uno no está acostumbrado a esas dimensiones». Para el director del museo, esta obra no es solo una pieza con los días contados, sino que es el «símbolo y representación del IVAM». «Este es otro IVAM, con programaciones muy buenas, que se preocupa por todo tipo de géneros», añadió Calvo.

El director del centro de arte moderno calificó «Los cielos están cosidos» como una obra «interesante y sugerente», es una pieza «guerrera y luchadora, que no nos deja indiferente del mundo en el que vivimos. Nos plantea preguntas». «La pintura -matizó Calvo- es una manera de contar lo que te inquieta».

Cortés agradeció que Calvo haya donado al IVAM la pieza original sobre la que ha trabajado en un formato de 1 x 1 y que formará parte de la colección del museo.