El pianista inglés James Rhodes publica Playlist. Rebeldes y revolucionarios de la música (Planeta), su cuarto libro y el primero dedicado a las nuevas generaciones de jóvenes con interés en la música clásica, con el que reúne catorce piezas de siete grandes artistas del género que representan su niño interior. «Quiero dar luz a las nuevas generaciones de músicos, lo tienen complicado hoy en día y lo tendrán complicado con el Brexit», dijo ayer en rueda de prensa en Madrid.

El artista explicó que, ante la posibilidad de «un Brexit forzoso y sin acuerdo, los pequeños músicos de Inglaterra lo tendrán muy complicado». «Creo que la gran dificultad será sacar los permisos y visas especiales de artistas para poder viajar con tu música», apostilló el artista, quien criticó la separación de Reino Unido de Europa. Así, bromeó con que «crear un 'playlist' para el Brexit sería una auténtica mierda» y dijo que «no lo haría». También confesó que le pedirá la nacionalidad española al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, tras una supuesta separación: «Pedro Sánchez, por favor, si no, me encadeno a Moncloa».

Al ser preguntado por el sistema educativo en este ámbito en Europa, Rhodes dijo que «el problema es que los niños no han sido formados y a los políticos les importa tres cojones la educación musical». «Como artistas necesitamos mucho más, mucho dinero por ejemplo, porque si no tienen pasta, los chicos no van a tocar el piano», añadió.

Al respecto, destacó que «actualmente España tiene una mejor formación musical para los niños que Inglaterra». «Cuantos niños van al Teatro Real aunque en la escuela aprendan otra cosa, es muy importante y esto debe ser incluido en las escuelas», agregó.

«El libro es una celebración con los siete compositores más chulos de la historia, lo que lo convierte en un trampolín para descubrir un mundo lleno de cosas que podría salvar a alguien que está sufriendo», señaló el pianista que compila las biografías, anécdotas y música de Bach, Mozart o Beethoven, entre otros artistas que ayudaron a Rhodes a superar el abuso sexual que sufrió cuando era un niño. «Sin la música la vida sería insoportable y si puedo compartir lo que me ha salvado a mí, pues mejor», agregó.

Para Rhodes, el libro es «el reflejo de su niño interior» que deja escapar en las 73 páginas a través de una selección «muy personal». «Cuando era niño no existían este tipo de cosas y creo que este libro es lo que hubiera necesitado», subrayó.