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Rafael Rubio Luján, 'Rafaelillo': "Asumo que puedo perder la vida cualquier tarde"

El torero murciano asegura que estaría recuperado y preparado para «reaparecer en las Fallas»

Rafael Rubio Luján, 'Rafaelillo': "Asumo que puedo perder la vida cualquier tarde"

P ¿Cómo está del percance sufrido en los Sanfermines?

R La semana pasada me hicieron un TAC y todavía me salieron seis costillas fracturadas, desde la sexta hasta la decimosegunda. También me queda líquido en la pleura, tampoco me funciona la parte inferior del pulmón izquierdo y el hígado sigue inflamado por la contusión originada tras el golpe contra las tablas.

P ¿En qué parte de la recuperación se encuentra?

R En octubre me harán otra prueba para ver el alcance de la lesión y, de momento, tengo una vida sedentaria. Es decir, ya hago vida normal porque los médicos me dejan andar y trotar muy suave, pero la parte superior del tórax no la debo trabajar para que se consoliden todos los cayos y fracturas que todavía tengo.

P ¿Hace algún tipo de ejercicio de rehabilitación?

R Solo realizo un tratamiento en la clínica de osteopatía y fisioterapia de mi amigo Pepe Soler en la que me ayudan a respirar con el diafragma para recuperar el ejercicio pulmonar. En los veinte días que estuve ingresado entre Pamplona y Murcia casi no podía hablar del dolor.

P ¿Cómo es su día a día?

R Necesitaba oxigenarme, pasear con mis hijas por la playa y estar con mi familia. También he leído varios libros. Hay uno muy especial que me regaló el maestro Emilio Muñoz porque, además de ser un gran torero, me ha demostrado una calidad humana muy grande. Se titula «Aprendo yoga», de André Van Lysebeth, y me ha transmitido buenas vibraciones porque respirar es vivir. Me contó que él también leyó este libro cuando tuvo una fuerte cornada y también le ayudó mucho.

P ¿Cómo digiere un torero como usted el percance más duro de su carrera?

R Los toreros estamos preparados para todo. Antes de torear, me mentalizo de los percances que me pueden suceder para superarlos cuando vengan. Es decir, intento asimilar el percance antes de que ocurra y asumo que puedo perder la vida en cualquier tarde. Ahí están los casos de Iván Fandiño y Víctor Barrio, dos grandes toreros que ya son eternos.

P ¿Cómo asimila un percance?

R Con pasión por el toro y vocación por ser torero. Delante del toro me olvido de todo, no pienso ni en el dinero ni en mis seres queridos porque me entrego a él y nace el sentimiento torero.

P Tras la cogida, ¿cómo se siente anímicamente?

R He sufrido en los momentos duros, pero soy un afortunado de estar vivo. A partir del 14 de julio 2019 tengo que celebrar otro cumpleaños aunque solo falten dos días para el mío. Tengo que darle gracias a Dios diariamente porque me ha dado una nueva oportunidad de vida. Cuando estoy bajo de ánimos, me acojo a mi mujer, mis hijas y al cariño de la gente.

P ¿Qué le han dicho sus hijas y su mujer?

R Mis hijas no han llegado a ser conscientes de la gravedad del percance, pero sí que han visto que su padre ha estado muy malo y mi mujer nunca se ha despegado de mí porque vino a Pamplona rápidamente. Me han transmitido cariño y amor en los momentos más duros de mi carrera, pero saben que el toreo es mi vida. No me han pedido que deje de torear pero sí me han preguntado qué voy a hacer cuando me recupere.

P ¿Ha pensado en abandonar la profesión?

R No, me vestiré de luces para volver donde me quedé porque me siento torero y quiero llenarme, de nuevo, con mi profesión. Me encantaría reaparecer en la Feria de Fallas porque ya me encontraría al 100% y me une una cariño especial con esta tierra por mis triunfos y, sobre todo, por mi ángel torero de la guarda Adrián Hinojosa. Los doctores me han dicho que, si todo sigue igual, a finales de noviembre podré ir al campo para probarme con las vacas.

P ¿Este tiempo de convalecencia le ha servido para reflexionar?

R Sin duda, el 2019 es el año más importante de mi vida por el aprendizaje humano y profesional que he desarrollado cada día. El hecho de cortar la temporada me ha ayudado a tener claro cómo quiero vivir y qué busco como torero. Por eso, he llegado a la conclusión de cambiar de apoderado porque quiero volver a ilusionarme con una persona que apueste por mi carrera para plantear una reaparición bonita y una temporada buena en la que no voy a volver la cara a ganaderías como Miura porque no sería fiel a mí mismo como torero.

P Ha recibido el cariño de mucha gente.

R Antonio Ferrera vino expresamente de Badajoz a Pamplona para celebrar mi cumpleaños y se quedó cuatro días acompañándonos en la UCI. Nos llamamos «hermano» del cariño que nos tenemos. Mi compadre Daniel Luque, que es padrino de una de mis hijas, adelantó el viaje de Mont de Marsan para venir al hospital y, cuando regresó de Francia, volvió a pasar. Curro Díaz también ha estado muy encima de mi recuperación y muchísimos compañeros más a los que les estoy muy agradecido.

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