En sus tarjetas de visita se describía como «fotógrafo amateur». Gabriel Cualladó retrató -sin querer- la actualidad de una época cambiante, con personas y lugares cotidianos que expresaban -en su mayoría- soledad, familiaridad y nostalgia. Lo que hizo célebre a este fotógrafo provisto de una cámara «Capta» no fue una ambición por ensalzar un medio en auge -la fotografía-, sino hacerlo sin ninguna pretensión o artificio. L’Institut Valencià d’Art Modern rinde tributo al artista el próximo miércoles en La Nau con «Gente y lugares», la mayor muestra dedicada a Cualladó desde que el mismo museo valenciano acogiera una exposición antológica de su obra, «Gabriel Cualladó. Fotografies», que aconteció entre los meses de octubre y diciembre de 1989 en el propio IVAM. «Con esta nueva muestra queremos rendir homenaje a un artista que nos ha ayudado tanto a mirar y a ver a nuestro alrededor, como a pensar y a comprender lo que nos rodea, incluso a sentir miradas y vivencias de los que tenemos justo al lado, y a menudo, no nos percatamos», explica José Miguel G. Cortés, director del IVAM. El museo ha elegido la Universitat de València (UV) para llevar a cabo esta muestra, entidad con la que tiene un convenio de colaboración desde 2015 que va «ampliándose y profundizándose constantemente», apunta Cortés. La muestra acogerá casi 200 fotografías del valenciano en las que aparecen sus hijos, habitantes de l’Albufera, vendedores del Rastro de Madrid o clientes en bares.

Gabriel Cualladó es una de las piezas fundamentales de la colección del IVAM, tanto por la importancia de su impronta en la fotografía contemporánea como por el gran número de piezas que posee el museo. En concreto, el IVAM dispone de 474 fotografías del valenciano. Menos de la mitad, estarán en La Nau. «La selección nos permite ver una evolución entre épocas», pero este no era el objeto de estudio de Cualladó, como reconoce Álvaro de los Ángeles, comisario de la exposición. «A Cualladó le interesaban las personas por encima de cualquier cosa». «No se planteó con sus fotografías algo más que hacer lo que hizo: intentar convertir su entorno próximo y su círculo de influencia, mayor cuanto más se fue consolidando su trabajo en imágenes poéticas», explica De los Ángeles.

A diferencia de otras exposiciones sobre su obra, en esta ocasión se ha querido contextualizar sus imágenes a través de materiales documentales. En concreto, hay extractos de cuatro filmes que acompañan el recorrido a la exposición: Muerte de un ciclista (1955), de Juan Antonio Bardem; Cléo de 5 à 7 (1962), de Agnès Varda; Amator (1979), de Krzysztof Kieslowski, y Veinte años no es nada (2004), de Joaquim Jordà.

«La vinculación de Cualladó con la fotografía no es la de un autor que vive de su trabajo y que, por lo tanto, con frecuencia debe combinar el trabajo de creación con otros de encargos más comerciales. Él era un trabajador de la compañía de transportes Cualladó, fundada en Madrid por su tío, que devino empresario tras la muerte de este. Se inicia en la fotografía precisamente cuando su hijo Gabriel nace en 1951. Siempre mantuvo una actitud de apoyo al mundo fotográfico del que, sin duda, él formó parte», explica el comisario.

La muestra tendrá lugar en Sala Academia de La Nau y se podrá visitar hasta el 8 de diciembre.

Un «amateur» reconocido

Gabriel Cualladó (Massanassa. Valencia, 1925 - Madrid, 2003) realizó sus primeras fotografías retratando a su primogénito con una sencilla cámara «Capta», cinco años después ingresó en la Real Sociedad Fotográfica, en AFAL (Asociación Fotográfica Almeriense) y un año más tarde organizó en la Sala de la librería Abril, la que quizá fue la primera exposición de la renovación fotográfica. Cualladó decía, con modestia, que su obra cabía en una caja de zapatos. Era más una forma de decir que tiraba pocas fotos. Su obra era un mundo diario, donde los niños fueron un objetivo recurrente. Los retrataba distraídos y misteriosos. Ejemplo de ello es Niños movidos (1958), Fifí (1960), Niño con periódico, Cauce del río Turia (1958) o Tamara (1988).

Obtuvo el Premio de Honor del Salón Nacional de la R.S.F. con «Vieja en la Estación» y constituyó el Grupo «La Palangana». En 1992, recibió el Premio Europa de Fotografía y en el 1994, el Premio Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura. En el 2002 la Diputación de València le concedió el Premio Alfons Roig.

El museo afianza su vínculo con las universidades

El IVAM ha querido afianzar su relación con las universidades públicas valencianas con motivo de su 30 aniversario. Fruto de ello fue la exposición en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elx a principios de este año. Este mes, el museo centrará su mirada en las universidades de la provincia de València, a las que llevará dos exposiciones: «Gente y lugares» en La Nau de la UV y «La col·lecció de l’IVAM a la UPV», que se inaugurará el 28 de noviembre. La muestra está centrada en piezas de la colección del museo realizadas por profesorado de la UPV, con piezas de Jorge Ballester, Joaquín Michavila, Sanleón o Yturralde.