La obra de Santiago Calatrava traspasa una nueva barrera para mostrarse, por primera vez, en una galería privada en España. Así la exposición que acoge la galería Marlborough de Madrid muestra una faceta distinta, y quizá más libre, de uno de los grandes nombres internacionales de la arquitectura a través de 18 esculturas realizadas en diversos materiales como bronce, mármol, acero inoxidable o ébano, alrededor de más de una docena de piezas de cerámica (terracotas y mayólicas) y un conjunto de acuarelas. La primera exposición exclusivamente dedicada a la escultura de Santiago Calatrava se celebró en el IVAM en el año 2001. Desde entonces se han sucedido otras en instituciones internacionales como la celebrada en 2005 el Metropolitan Museum de Nueva York que le abrió sus puertas en el Wallace Wing mostrando 24 esculturas en mármol y bronce, dibujos y 12 maquetas de arquitectura. En el 2012 la sala Nikoláyevski del museo del Hermitage de San Petersburgo albergó la exposición titulada «La búsqueda del movimiento», y en el 2013 la exposición «The Metamorphosis of Space» se celebró en el Museo del Vaticano en Roma.

La inspiración en la naturaleza, las formas orgánicas y el diálogo con el arte actual de sus obras arquitectónicas repartidas por todo el mundo, están presentes en la escultura de Calatrava de una manera perfectamente reconocible. En la exposición, lo dibujos juegan un papel esencial y se articulan alrededor de dos temáticas: los toros y los árboles. En los primeros el protagonista es el movimiento, el dinamismo de los animales hacia una dirección. El artista usa los cuernos como focos de luz blanca sobre una imprimación gris o negra. En el caso de los árboles, este movimiento es vertical, de ramificaciones y fractales que recuerdan a las sinapsis neuronales, la estructura biológica que subyace bajo todo pensamiento y toda creación.

La cerámica, como medio de expresión, ha sido importante en la vida de Calatrava desde su formación más temprana en los veranos pasados en Manises. En su obra estos referentes se mezclan con las tradiciones griega y celtíbera. Las esculturas están hechas en mármol, ébano y acero inoxidable. La exposición está comisariada por Kosme de Barañano.