El auto de procesamiento que ha dictado la jueza del caso IVAM contra Consuelo Císcar por la compra de obras falsas recoge multitud de correos electrónicos y cartas remitidas entre los investigados.

Uno de esos correos lo envió en 2008 Juan Carlos Lledó, exdirector financiero del IVAM, a Raquel Guitérrez, directora área técnica del museo. En el asunto figuraba "los horrores del IVAM" y tres documentos adjuntos titulados: "el Ivam y otros animales.doc", "El Ivam y otros animales II". En este mail, explica la jueza, Lledó le traslada a Gutiérrez lo siguiente: "Para que te diviertas en tu periodo de lactancia, entre teta y teta, te mando los horrores del IVAM".

Según ha concluido la investigación judicial, "los tres documentos que adjunta corresponden archivos de word que incluyen unas tablas en cuyo encabezado se listan diferentes contrataciones realizadas por el IVAM y debajo, en cada columna, se describen diferentes irregularidades cometidas en su tramitación".

De estos documentos adjuntos el juzgado destaca el titulado como "IVAM y otros animales II", pues en la segunda columna de su tabla, titulada "trasnporte dle museo imaginario" se describen las "irregularidades cometidas durante la tramitación de la contratación del transporte de las obras en ocasión de la exposición Gerardo Rueda. El museo imaginario".

En concreto, se anota lo siguiente: "Sin haberse contratado nada comienzan a llegar embalajes y obras al IVAM transportadas por EDICT, quien sin ninguna orden desde el IVAM ya está organizando embarques y transportes por orden de Rueda". "Se contrata todo para atrás, con una PG de 72.3000 € que debería ser concurso, mediante un negociados sin publicidad único proveedor falsificado. A día de hoy la empresa no ha presentado los certificados de estar al corriente con sus obligaciones tributarias y todo el expediente está sin firmar", explica el auto.

Gutiérrez declaró en el juzgado que "con Gerardo Rueda Consuelo Císcar decía que había tenido mucha relación (...) en todos estos acribillamientos de emails y llamadas telefónicas del Sr. José Luis Rueda se vanagloriaba diciendo tengo buena relación con Consuelo, o decía he hablado con Consuelo. Las instrucciones de Jose Luis Rueda nunca se ejecutaban sin el beneplácito o autorización de la directora".