El ciclón que ha arrasado recientemente las Bahamas, la gota fría que ha azotado la zona de Levante en España o el deshielo que sufre tanto Groenlandia como la Antártida son algunos de los ejemplos de los que se ha servido el periodista y único hijo predilecto de la humanidad designado en la ONU, Ignacio Ramonet, para afirmar que el cambio climático es un hecho y que produce más víctimas que cualquier otra catástrofe mundial. ''Entre 300.000 y 500.000 personas mueren por las consecuencias de este fenómeno'', afirmó este lunes en el Encuentro Cañada Blanch celebrado en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València.

Según Ramonet, los negacionistas del clima cada día tienen menos argumentos ya que las evidencias del cambio climático ''les han abierto los ojos''. Sin embargo, el periodista se muestra optimista de cara al futuro y asegura que se ha producido ''un despertar ecológico'', conducido, en los últimos tiempos, por la activista sueca, Greta Thunberg, que ha conseguido movilizar a toda una nueva generación de adolescentes. ''Hay quienes señalan que Thunberg es irritante y que debería estar en el colegio en vez de dirigirse a los políticos, pero yo creo que tiene razón. Los jóvenes saben que el mundo que van a heredar es peor por culpa de la acción humana'', contó.

Asimismo, el periodista subrayó la urgencia de adoptar medidas para frenar el cambio climático de manera global por parte de los gobiernos y criticó a sus dirigentes: ''Los políticos, sean del color que sean, se resisten a incluirlo en su agenda porque saben que hay sectores a los que estas propuestas les van a molestar'', comentó. Pese a ello, insistió en que la sociedad debe seguir reclamándolas. ''El tiempo de diagnóstico ya ha pasado, ahora hacen falta soluciones antes de que esta situación sea irreversible'', reclamó.

El discurso de Ramonet también trató las distintas consecuencias del calentamiento global como, por ejemplo, la subida del nivel del mar. El intelectual señaló que esta puede aumentar entre 84 centímetros y un metro veinte en los próximos años, cosa que provocaría la desaparición de algunos archipiélagos del océano Indico, así como del Pacífico. De esta manera, ciudades como Venecia, Nueva York o Miami deberían construir diques para evitar inundaciones.