Alejandro Amenábar vuelve a rodar en español después de Mar Adentro (Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2005). Se embarca en una historia real que retrata el pasado reciente de España y recupera la figura del excepcional escritor Miguel de Unamuno.

El cineasta visitó ayer València para presentar su última película, Mientras dure la guerra, en los cines Lys de València, el mismo escenario donde hace unos días un grupo de simpatizantes de ultraderecha intentaron boicotear la proyección de la cinta. Desplegaron pancartas al grito de «Viva España» y «España libre».

Sin embargo, el director no quiso darle demasiada importancia al incidente. «Fueron apenas seis individuos en un acto muy puntual; el boicoteo se lleva dando desde hace ya algún tiempo. Han intentado boicotear la película, pero están consiguiendo lo contrario, que se despierte más la curiosidad y más gente quiera ver la película. No le doy mayor importancia», dijo el cineasta. Además, explicó entre risas que, al parecer, «se quedaron a ver la película. Quiero pensar que hasta les entretuvo».

Sí reconoció que la película es «delicada», pero que «no la he hecho para crear polémica. Sin embargo, me parece importante mirar atrás e investigar en el pasado para no repetir lo peor de nosotros mismos».

La película, recordó Amenábar, ha conseguido mejores cifras de taquilla en su segundo fin de semana, hecho que adujo al «boca a boca» de los espectadores, ya que la promoción ha sido «discreta». «El público es nuestra mejor arma de promoción», sostuvo.

Parte de ese éxito de público lo justificó en la vinculación del mensaje de la historia con la actualidad. «La película tiene una conexión muy fuerte con la actualidad. Eso es algo que no he tenido que forzar mucho; lo ves en el discurso de Unamuno y su época, un tiempo de desestabilidad, una Europa con fuerzas extrañas alrededor y España en medio de eso. Sobre todo creo que la película trata fundamentalmente de la España entonces y hoy».

Sobre la figura del escritor Miguel Unamuno, personaje principal de la cinta, Amenábar explicó que «la escena de un señor mayor levantándose en medio de un acto del bando nacional y soltando un discurso incendiario y poniendo su vida en peligro y que es salvado por la mujer de Franco ya me parecía un 'escenón' que merecía ser retratado en una película». A raíz de eso, continuó, «empecé a investigar la figura de Unamuno, a quien había estudiado en el instituto y me sorprendió lo poco que sabía de él posicionado al comienzo de la guerra civil y es algo que como personaje público me sentía interpelado. Eso pasó hace 80 años y me pregunto: '¿sería yo capaz de hacer lo que Unamuno?' Seguramente, no».

Añadió que, como «contador de historias, lo que busco son historias originales y todo lo que le pasa a Unamuno en esos tres meses me parece maravilloso». No dudó en que hay más historias que contar sobre la contienda, pero «yo, de momento, es probable que la guerra civil la deje aparcada durante un tiempo».

Sobre si ha aprendido algo con esta película reconoció el ganador de nueve Premios Goya y un Oscar que sí: «En mi bloque de vecinos convive gente que no vota lo mismo que yo y de lo que se trata es de seguir saliendo a la calle sin escupirnos a la cara».

El apoyo y dudas de Unamuno

Mientras dure la guerra se traslada al verano de la España de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la rebelión militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca.

Mientras tanto, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. La deriva sangrienta del conflicto y el encarcelamiento de algunos de sus compañeros hacen que Unamuno empiece a cuestionar su postura inicial y a sopesar sus principios.

Cuando Franco traslada su cuartel a Salamanca y es nombrado Jefe del Estado de la zona nacional, Unamuno acudirá a su Palacio, decidido a hacerle una petición de clemencia.