Las vicisitudes de una inspectora de Policía que investiga una serie de crímenes en València se ha colado entre las diez novelas finalistas del Premio Planeta 2019 que se entregará hoy en el Museu Nacional d'Art de Catalunya en Barcelona (MNAC).
Su autor, el valenciano Luis Aleixandre Giménez, es uno de los cuatro finalistas que opta con su propio nombre al galardón literario con mayor dotación económica de los que se entregan a la literatura en castellano.
Los manuscritos de los otros seis aspirantes al premio se han presentado mediante seudónimos, por lo que de momento se desconoce si hay más escritores valencianos entre la terna de finalistas.
Según adelanta la editorial, en la novela de Luis Aleixandre, Dios no baja a los infiernos, un asesino en serie anda suelto por València a pesar de que la Policía inculpó y encarceló injustamente al comisario Tárrega, atormentado por la muerte de su mujer y su hija. A la protagonista, la inspectora Ferrer, «le toca descubrir quién es el verdadero asesino de víctimas y verdugos», adelanta Planeta.
El escritor Juan Eslava Galán, portavoz del jurado que decidirá las novelas ganadora y finalista del Premio Planeta 2019, describió ayer la historia de Aleixandre como «una novela negra ambientada en València y protagonizada por una inspectora nada prejuiciosa en materia sexual que investiga a un asesino en serie y que descarga el estrés que le provoca la investigación gracias precisamente a su falta de prejuicios sexuales».
Menos obras presentadas por el auge del «thriller»
Eslava destacó ayer el peso que tiene la novela negra, policiaca o thriller entre los finalistas de esta edición, ya que, además de la del autor valenciano, otros seis aspirantes para llevarse los 601.000 euros del premio han optado por las tramas que giran alrededor de algún misterio.
De hecho, el portavoz del jurado relacionó el descenso de manuscritos presentados al Planeta de este año a que «el que se presenta a este premio suele escribir el tipo de novela que se lleva ese año. Hemos dejado atrás la Guerra Civil y la imitación de la novela latinoamericana, y ahora se llevan los relatos policiales, que llevan más tiempo de escribir y por eso ha disminuido el número de novelas presentadas».
Su compañera en el jurado Rosa Regàs destacó que «la Guerra Civil se ha normalizado, y ya no es tratada como prioridad, sino como un telón de fondo», una aproximación que acerca a la literatura española a las novelas francesas o británicas, añadió.
Carmen Posadas consideró asimismo que «al igual que ha sucedido con la Guerra Civil española, el tema de la mujer también se ha normalizado». «La mujer ya no es una bandera que se tenga que resaltar, y los roles nuevos de la mujer en la sociedad quedan reflejados perfectamente en las historias, de modo que hay novelas que reflejan grandes personajes femeninos, sin resaltar que se trata de mujeres», explicó Posadas.
Por su parte, el presidente del grupo, José Creuheras, anunció que ha alcanzado un acuerdo con Netflix que responde a los cambios de tendencia de los consumidores y a la búsqueda de nuevos contenidos, y por el que Planeta «será el editor de Netflix», adaptando a libro las series que consideren, empezando esta Navidad con «La Casa de Papel», «Élite» y «La casa de las flores».
Creuheras también avanzó que abrirá diez nuevas librerías de Casa del Libro en los próximos dos años, reforzará la librería digital casadelibro.com y abrirá una universidad llamada Élite en Bogotá (Colombia), que será física y digital.
Según dijo, su apuesta del libro pasa por su división de Casa del Libro, en un proyecto «mixto» de apertura de una decena de librerías físicas, empezando por Mallorca y Almería, y la potenciación de la digital.
Explicó que no quieren abandonar el mundo de la librería, que cumple una función social: «Si creemos en la librería queremos demostrarlo», dijo Creuheras, que subrayó su papel de consejeros y prescriptores.
El grupo quiere potenciar los libros de artistas en edición limitada, como los que ya ha lanzado en torno a Fernando Botero, Jaume Plensa, Antonio López y Antoni Tàpies, obras para un público restringido de un determinado importe, hasta los 5.000 euros.
Asimismo, dijo que Planeta espera crecer a buen ritmo con sus centros de formación superior, el EDC Paris Business School y la Rome Business School, aparte de los dos campus creados en Madrid -de Formación Profesional y universitario-, así como el de Marruecos, el Ostelea School of Hospitality & Tourism, que «funciona muy bien».
En el terreno audiovisual, además del acuerdo con Netflix, citó el alcanzado con Telefónica hace dos semanas para crear la primera productora española, «retener el talento, y fortalecer» las industrias de la creación y la producción, algo que ahora está en manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Con un 24 % de cuota de mercado estimada, descartó que el grupo adquiera nuevos sellos que no complementarían su catálogo, en el que ya integraron a «grandísimas empresas del sector» de hace 20 años, como Seix Barral y Destino, editoriales que han sido pioneras en el mundo editorial español y forman parte de Planeta.
El director general del grupo, Jesús Badenes, dijo que el sector del libro goza de muy buena salud en España «al contrario de lo que pueda parecer», y añadió que el sector empezó a recuperarse a partir de 2014, y ya ha conseguido revertir el 50 % de su caída.
«Pensamos que va a ser un buen año», dijo Badenes, que consideró que la novela está en buena sintonía para crecer, algo que se aprecia en la cosecha de novelas de este año.
Sin presencia institucional
Creuheras hizo referencia también a la sentencia del procés: «España es un país afortunadamente democrático, con separación de poderes», dijo. Añadió, además, que no tienen confirmada la presencia de ningún representante del gobierno catalán esta noche, como ya sucedió el año pasado, pero «la Generalitat estará representada seguro por dos expresidentes», en referencia a Artur Mas y José Montilla.
