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Lanzamiento

Capella de Ministrers reivindica la melancolía en su último disco

El conjunto publica "A circle in the water", su disco número 54, con 16 temas de música inglesa del siglo XVII

Capella de Ministrers publica A circle in the water [Un círculo en el agua], un disco que propone un recorrido a través de la música del siglo XVII vinculado al sentimiento melancólico. Reúne así en un álbum un repertorio de música inglesa con canciones, lamentos y fantasías de compositores como John Dowland, Tobias Hume, William Corkine y otras piezas anónimas.

Este trabajo discográfico, que se distribuirá en más de 28 países de todo el mundo, es el número 59 de la formación valenciana de referencia en la música histórica con más de 30 años de presencia en el panorama internacional.

Capella de Ministrers ha contado para este repertorio con los intérpretes Carles Magraner (dirección y viola de gamba), Robert Cases (tiorba y guitarra) y la soprano Delia Agúndez.

Las obras de este nuevo disco están inspiradas en Robert Burton (1577-1640) que publicó en los albores del Barroco, periodo del claroscuro, su obra Anatomía de la melancolía (1621) que alcanzó gran popularidad y es donde por primera vez aparece la melancolía como aspecto fundamental de la experiencia mística. Los 16 temas que incluye el disco de Capella de Ministrers «giran en torno a esta emoción capaz de remover y activar sentimientos, despertando una sensibilidad que en la sociedad del siglo XXI parece muchas veces anestesiada». «La melancolía, con sus síntomas, causas y remedios actúa como motor principal de esta emotiva selección de canciones inglesas», explican desde el conjunto.

En los conciertos, el grupo ofrece un espectáculo en el que combina la música con la danza contemporánea de Toni Aparisi, reconocido intérprete y coreógrafo, ganador de varios Premios Max.

Magraner, director de Capella de Ministrers, asegura que «en este trabajo nos servimos de la melancolía como catársis para buscar la belleza». El musicólogo apunta que «este sentimiento es característico en el Romanticismo junto con la introspección, soledad, nostalgia, tristeza... pero la reivindicamos musicalmente como estado de reflexión, de evocación, catalizador de la creatividad y la sensibilidad».

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