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La Generalitat estrecha lazos con Cuba para preservar el patrimonio valenciano

Carmen Amoraga se reúne con el Ministerio de Cultura cubano para crear un acuerdo marco para la «recuperación y la investigación», lo que abre la puerta a la prestación de obra - La isla cuenta con una treintena de Sorollas, así como y lienzos de Ribera, Pinazo o Benlliure

La Generalitat estrecha lazos con Cuba para preservar el patrimonio valenciano

València está un poco más cerca de volver a reunir las joyas que pintores como Sorolla o Ribera guardan en La Habana. Tal y como ha confirmado a Levante-EMV la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, la intención de la Generalitat es redactar un protocolo marco con el Ministerio de Cultura de Cuba que regule las líneas de colaboración con el Museo de Bellas Artes y el Museo Nacional de Música de Cuba, donde se encuentran obras de valencianos como Joaquín Sorolla, José de Ribera, Ignacio Pinazo, José Benlliure o del compositor Ruperto Chapí. «Estamos en un momento embrionario muy esperanzador. Todas las partes implicadas tenemos ganas de colaborar y de que la colaboración sea provechosa», asegura Amoraga, que fue invitada a la isla para pronunciar una conferencia dentro de los actos del 500 aniversario de la fundación de La Habana.

El acuerdo sería un primer paso para que algunas de estas piezas viajaran a la Comunitat Valenciana y avanzar en las líneas de cooperación cultural que anunció el presidente Ximo Puig en su anterior viaje a la isla. «No se trata solo de prestar obra, que es muy importante, sino de trabajar conjuntamente en la investigación», recalca Amoraga, que ha estado acompañada por la subdirectora del Institut Valencià de Conservació, Restaturació i Investigació ( IVCR+I), Gema Contreras. Ambas se han reunido con la directora de relaciones del área de Europa del Ministerio de Cultura de Cuba, Ana Margarita Morejón, el director del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, Jorge Fernández, y con el director del Museo Nacional de la Música, Jesús Gómez Cairo.

La delegación valenciana en Cuba se encuentra a la espera de la propuesta del Gobierno cubano. «El trabajo acaba de empezar. En unos días el museo planteará una propuesta que el nuestro tiene que estudiar», y continúa: «Se propondrán unas obras y se decidirá en función a la propuesta. También es muy importante que tenga sentido, porque se pretende que se establezca un diálogo entre las obras valencianas y cubanas», explica Amoraga sobre la posible prestación de obra, ya que «Sorolla es la punta de lanza del Museo de Bellas Artes de Cuba». La pinacoteca cubana cuenta en su catálogo con, al menos, 13 lienzos de Sorolla, aunque en realidad hay casi una treintena. Algunos retratan escenas en las playas del Cabanyal o Xàbia, como Verano (1904), Bueyes arreando barcas (1909), Regatas (1908), Haciéndose a la mar (1908) o Estudio de barcas (1908). También cuenta con una selección de obras de temática familiar, como Clotilde paseando en los jardines de La Granja (1907), María en el puerto de Jávea (1905) o Elena entre las rosas (1907). También tiene retratos, como Niño comiendo sandía (1920) o Retrato de señora amiga de Mr. Ryan (1913).

Además, la pinacoteca cuenta con obras de los valencianos José de Ribera, San Bartolomé; Ignacio Pinazo Camarlench, Pastor con cabras; José Benlliure Gil, Corrida; Francisco Domingo Marques, Le comedien; Francisco Pons, Paisaje de Bergosa. Jaca (1911); Julio Vila Prades, Muchacha en velero (1919) o Vista del malecón habanero; Cecilio Pla, En la playa de Valencia; Agustín Esteve, María Luisa de Parma; o Vicente Borrás Mompó, El Registro Civil (1877).

«Poder realizar estudios técnicos muy detallados sobre esas obras nos dará mucha información para conocer a estos artistas y comparar las obras con las que se conservan en València», explica a este periódico Gema Contreras, subdirectora del IVCR+I. «De Sorolla tenemos una base de datos de su paleta pero quedan muchos aspectos por estudiar y se pueden hacer con nuevas técnicas que no dejen ver el dibujo subyacente. También se podrá estudiar su forma de trabajar y revisar los pigmentos con las técnicas que el instituto tiene a su alcance», señala, ya que según ella, los profesionales de la isla «están muy interesados en intercambiar experiencias en conservación y restauración porque son conocedores del prestigio internacional del IVCR+I». La colaboración entre ambas instituciones podría ayudar a esclarecer algunas dudas. «Los lienzos del siglo XVII tienen una autoría en algunos casos revisable y con los estudios técnicos podemos avanzar en el conocimiento de la pintura valenciana de esta época», añade.

El Museo Nacional de Música también cuenta con partituras y libretos manuscritos de compositores valencianos como Chapí. Según Gema Contreras, el principal riesgo que presentan estos objetos es «la oxidación de las tintas y la acidez del papel, problemas que se incrementan con el ambiente tan húmedo de la isla». Aunque según la subdirectora del IVCR+I, los conservadores cubanos «cuidan su patrimonio con mucho esmero dentro de sus posibilidades y se empeñan en avanzar».

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