«Les Mamelles de Tirésias»
palau de les arts
Intérpretes: Larisa Stefan (Therese), Evgeniya Khomutova (Vendedora de diarios), Aida Gimeno (Mujer elegante), Ámbar Fasquelle (Mujer obesa), Joel Williams (Marido), Ali Lebedyed (Policía), Omar Lara (Director del teatro), Elias Ongay (Lacouf), Joao Pedro Cabral (Periodista), Gonzalo Manglano (Hijo), Max Hochmuth (Señor barbudo) y Vittoriana De Amicis (Soprano del coro). Pianistas: Roger Vignoles y Jorge Giménez. Escenografía y Vestuario: Samal Blak; Iluminación: Marcus Doshi; Coreografía: Zacarías Winokur; Director de escena: Ted Huffman y Director musical: Roger Vignoles.
Qué placer poder disfrutar de una obra, sino nueva, totalmente novedosa y apropiada en estos tiempos: con un texto centenario y una partitura de hace 7 décadas, esta coproducción de Les Arts con varios países europeos destaca por la pulcritud de su puesta en escena del neoyorquino Ted Huffman, la excelencia del maestro británico Roger Vignoles y de valenciano Jorge Gíménez, en la versión a dos pianos realizada por Britten, y sobre todo por el plantel de jóvenes cantantes del Centro de Perfeccionamiento, en un trabajo de altura dirigido por Vignoles, que por ninguna razón hay que perderse.
No es en absoluto, como podría pensarse, una versión low-cost para ahorrarse la orquesta y el coro. Britten programó la obra en su festival de Aldeburg de 1958 y se lanzó a un trabajo de filigrana para el que se requiere talento, pericia y dedos. Y así fue defendida aquí. La escasa escenografía funciona y no hace falta mas de lo que se ve, si bien el vestuario queda un tanto sombrío y falto de color. Y un poco mas de fantasía en las luces no hubiera estado mal. Todos se esforzaron en cumplir con la sencilla coreografía para redondear una de las obras mas originales y divertidas que han pasado por el Martin y Soler.
El tema de la mujer barbuda ya fue utilizado nuestro José de Ribera, en el Nápoles del XVII. Aquí Apollinaire fabula todas una serie de magnificos despropósitos y enredos (esposa hastiada de su rol decidida a cortar sus pechos y ponerse barba; marido listo a embarazarse para producir miles de hijos, etc.), todo digno de Jardiel Poncela, Mihura o Ionesco, conformando una deliciosa «ópera-bouffe» que llegó para quedarse en el repertorio internacional. La obra, por su corta duración suele programarse junto a otras piezas cortas como el ballet Parade, de Satie o L'enfant et les sortileges, de Ravel, resultando una soirée francesa de lo mas apetecible. Todos los cantantes funcionaron con precisión de relojería suiza: Larisa Stefan, soprano rumana; Evgeniya Khpmutova, mezzo rusa; Aida Gimeno, soprano segoviana; Amber Frasquelle, mezzo USA; Joel Williams, tenor británico; Olen Lebedyev, bajó ucraniano; Omar Lara, barítono mexicano; Elias Ongay, tenor argentino; Joao Pedro Cabral, tenor portugués; Gonzalo Manglano, tenor valenciano y Vittoriana De Amicis, soprano italiana.Todos ellos han venido a València a terminar de formarse, perfeccionar estilo y ampliar el repertorio. ¿Alguien lo duda? Corran a taquilla: aun quedan entradas.
