El tribunal que juzga el caso Palau de les Arts rechazó ayer, durante la fase de cuestiones previas, un informe pericial de Santiago Muñoz Machado, director de la RAE desde enero de 2019 y jurista experto en derecho administrativo, que cuestiona el informe de la Intervención sobre las irregularidades en la gestión económica del teatro.

Las abogados de las defensas defendieron su pertinencia, pero la Fiscalía se opuso al considerar que el autor de un informe elaborado por una parte, pese a ser un jurista con una trayectoria intachable, no puede ser considerado perito en el juicio. Este informe avala todas las decisiones que tomó la exintendente Helga Schmidt y defiende la privatización del servicio.

Finalmente, el tribunal rechazó su declaración como perito. «El mero cotejo del informe del interventor y de Muñoz Machado revela la diferencia de uno y otro. Uno es análisis de actividad económica y aquí se hace un documento sobre la legalidad de los contratos, pero nada impedirá a las partes cuestionar informe intervención», trasladó el magistrado José Manuel Ortega a las defensas.

La única acusación que figura en el juicio es la Fiscalía, pues la Audiencia de València expulsó a la Abogacía de la Generalitat y la Fundación del Palau de les Arts no se personó. En concreto, la sección cuarta dejó fuera a la Abogacía como acusación particular al estimar que no es ni «perjudicada» ni «ofendida» tras solicitarlo Helga Schmidt en un recurso.

El tribunal afirmó que este caso tiene una «singularidad propia». En primer lugar, en relación con la condición de la fundación de la concreta entidad pública, concluyó que la mera adscripción administrativa a una conselleria o la existencia de un convenio de defensa jurídica con la Generalitat no son factores determinantes a los efectos debatidos, pues la fundación «mantiene su personalidad jurídica propia», sin perjuicio de que en virtud de la legislación autonómica deba someterse a la fiscalización o control administrativo en ciertos aspectos.

Y en segundo lugar, la Audiencia indicó que las aportaciones que ha venido recibiendo la fundación no provienen únicamente de la Generalitat, sino también de patrocinadores, de modo que los fondos recibidos de las diversas fuentes «se integran y confunden en el patrimonio» de la entidad, «sin poderse por tanto diferenciar» las operaciones.