Plácido Domingo será aclamado hoy en Les Arts. Lo dicen -con unanimidad- las fuentes consultadas por Levante-EMV. Las acusaciones de una veintena de mujeres por abuso sexual no han salpicado al tenor en Europa, y menos en València, «su casa», donde esta noche protagonizará Nabucco, la primera ópera exitosa de Verdi. «La figura de Plácido Domingo es irreprochable. Será muy apoyado en València porque él fue quien más apoyó el nacimiento de Les Arts», señaló ayer Javier Monforte, melómano y expresidente de la asociación Amics de l'Òpera i de les Arts. Él fue el único que no se opuso a firmar sus declaraciones, ya que el grueso de las fuentes prefirieron quedarse en el anonimato. «Es un tema polémico», justificó otra de las fuentes, quien también opinó que la audiencia valenciana se «volcará» con Domingo. Será su primera actuación en España tras el escándalo, con una obra que ya se representó en Les Arts hace cuatro años, en abril de 2015, también con Plácido Domingo en el papel de Nabucco y Anna Pirozzi en el de Abigaille. «Parece absurdo que una producción vuelva a repetirse, pero Plácido es motivo suficiente para repetirla», opinó esta última fuente, cercana al círculo del tenor. «La ovación de esta noche será más calurosa que de costumbre», aseguró. Una predicción que concuerda con lo que ha sucedido en escenarios como el de Salzburgo, Colonia o Zurich, donde el tenor fue recibido con vítores.
«Su galantería era conocida»
«Él es un ídolo, un Dios. Estamos hablando del cantante, junto a Caruso, que más veces ha cantado en el Met de Nueva York», explicó otra de las fuentes, dedicada a la divulgación musical. «Estoy de acuerdo en que las afectadas hablen, por supuesto, pero opino que no se puede acusar a alguien solo por haber propuesto una cosa. No hagas algo si no quieres hacerlo», aseguró esta misma fuente.
Desde agosto, veinte mujeres han denunciado públicamente al tenor por acoso sexual. Solo tres de ellas accedieron a dar sus nombres pese a las posibles represalias en el sector: la mezzo Patricia Wulf, la soprano Angela Turner Wilson y la coordinadora de producción de la Ópera de Los Ángeles, Melinda McLain. Esta última aseguró que conocía a la perfección el comportamiento inapropiado de Domingo y que por eso evitaba que coincidiera con mujeres en privado durante los ensayos. «La galantería de Plácido era ámpliamente conocida», añade la última fuente consultada por este periódico, que también ha decidido no dar su nombre. El barítono Robert Gardner contactó con Associated Press -la agencia de noticias a la que acudieron las 9 primeras denunciantes- para decir que él observó la conducta de Domingo con Wulf, que inicialmente fue la única mujer dispuesta a dar su nombre. Wulf trabajó con Domingo en 1998 en la Ópera de Washington, donde el maestro fue además director general, y el barítono confirmó que Domingo insistía en invitar a la mezzo a su camerino. Angela Turner Wilson, por otro lado, aseguró que el tenor no paraba de pedirle que le besara.
Otra de las fuentes consultadas por este periódico, una soprano valenciana, asegura que el caso no ha empañado la opinión que tiene del tenor. «Hay que separar el autor de su obra. La trayectoria de Plácido Domingo es demasiado larga como para que ahora no cuente nada de lo que ha conseguido y ha hecho por la cultura española. En un principio pensé que los testimonios eran interesados y exagerados». ¿Por qué no quiere dar su nombre? «Es un tema muy polémico. En una cosa así, recibes críticas por los dos lados si te posicionas». No quiere exponerse, algo con lo que coincide con las denunciantes del tenor.
«Puritanos» y «permeables»
Las acusaciones tuvieron un gran impacto en Estados Unidos. De hecho, Domingo renunció a cantar en el Met y dimitió como director general de la Ópera de Los Ángeles, que anunció una investigación sobre el asunto. La Orquesta de Filadelfia, la Ópera de San Francisco o la Ópera de Dallas cancelaron sus representaciones. Un escenario que contrasta con el de Europa, donde ha sido ovacionado ampliamente tras la polémica. «EE UU siempre ha sido muy puritano, los políticos se rigen por lo que dice el pueblo. Las instituciones americanas son mucho más permeables a los que pasa que las europeas. La vieja Europa es mucho más abierta y resiste a cualquier presión política. La cultura es la libertad de los pueblos, y Europa es más libre», explica una de las fuentes que no ha querido identificarse.
Otra fuente, asegura que la clave reside en el mecenazgo. «Piense que en todos los teatros estadounidenses hay un porcentaje importante de patrocinio y mecenazgo. Los auditorios temen que haya una fuga de dinero con cada polémica. Por ese motivo, han querido responder ante el escándalo mediático, apartar a Plácido, con tal de evitar cosas como lo que ha ocurrido recientemente en Telecinco con 'Gran Hermano'», apunta la otra fuente, quien además opina que el estreno de esta noche contará con una ámplia representación política. Al cierre de esta edición la asistencia de representantes de la administración a Nabucco todavía era una incógnita pese a que este periódico intentó ponerse en contacto con Les Arts.
