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Cristina López Barrio: "Dividir masculino y femenino es el principio de la sociedad patriarcal"

«Como mujeres, muchas veces hay que luchar contra ciertos roles que nos han impuesto y que es imprescindible romper»

Cristina López Barrio: "Dividir masculino y femenino es el principio de la sociedad patriarcal"

Tras el gran éxito de «Niebla en Tánger», con el que quedó finalista del Premio Planeta de 2017, ¿qué espera de «Rómpete Corazón»?

Rómpete Corazón es una apuesta, porque es una novela diferente a las otras que he escrito. Es mi primera incursión en la novela negra. Es un thriller que narra la desaparición de dos niñas de una misma familia, las Melgar, en un intervalo de doce años. Ambas desapariciones fueron en circunstancias casi idénticas, lo que crea una sensación de misterio. Es una fusión de novela negra con un cuento de hadas, que son dos géneros que me encantan y que he leído mucho. También es una novela que, por su estructura, que está contada por seis personajes en primera persona y desordenada en el tiempo, requiere mayor atención por parte del lector. Que el lector se implique, que juegue a ser inspector de policía, que vaya recomponiendo las piezas del puzzle que es el misterio de lo que les ha ocurrido a estas niñas, y con otros cuerpos que aparecen. Y lo dejo ahí que no quiero hacer spoiler. Por eso creo que es un reto, tenía necesidad de cambiar, porque también cambiamos como personas, nos van ocurriendo cosas y, quieras que no, lo que escribimos está muy unido a lo que nos ocurre como personas. Espero que al lector le guste. Hay elementos comunes con otras novelas mías, como la fantasía y las mujeres como protagonistas.

¿En qué se inspiró para escribirla?

El título Rómpete Corazón es de un verso de Hamlet, de Shakespeare. La novela empieza con el personaje de Aurora, hija mayor de Blanca y hermana de las dos desaparecidas, a la que le ocurren circunstancias parecidas a las del príncipe Hamlet. Ella pierde a su padre en un accidente de coche en el que también iba, y va a vivir al poco tiempo el matrimonio de su madre. Esa es la chispa o la inspiración. También los cuentos de hadas, mis lecturas de Agatha Christie, y San Lorenzo del Escorial, que es el pueblo donde he pasado los veranos de mi infancia y juventud.

Allí existen leyendas sobre el monte Abantos y el Escorial. ¿Cuáles son esas historias?

Una de las leyendas más escuchadas es la que dice que el monasterio del Escorial está construido sobre una de las siete bocas del infierno. Se dice que cuando Lucifer cae del cielo, antes de bajar al infierno, vive en la falda del monte Abantos y allí abre una de las siete bocas del infierno. Felipe II, cuando se enamora del paraje de la sierra de Guadarrama, le cuentan esta leyenda y, tras hacer algunas investigaciones, decide construir allí el monasterio para, de alguna manera, contrarrestar la influencia diabólica. Es una leyenda que forma parte de mis recuerdos de la infancia. Era el lugar perfecto para ambientar una novela de misterio. Además, la casa de la familia podría ser cualquiera de las que hay allí.

En esta novela cuenta la historia de una familia con una especie de hechizo que recae sobre las mujeres. Pero todas ellas son mujeres con una fuerte personalidad. ¿Qué le lleva a construir siempre personajes femeninos fuertes y determinados?

Vengo de un matriarcado, la saga de mujeres de abuela, madre, hija, nieta, es algo que he vivido y que está muy relacionado con mi familia. También se trata el tema de una mujer que está en una relación absolutamente tóxica. Me meto en la piel de una mujer que tiene que asumir que su pareja la maltrata. Es una búsqueda de qué nos pasa a las mujeres, en esta sociedad en la que estamos luchando por la igualdad, qué es lo que todavía hace que ocurra. Tenemos una herencia cultural que ha llevado a la mujer a pensar que lo femenino es la emoción, ser las cuidadoras del círculo familiar. Dividir qué es masculino y qué femenino es el principio de la sociedad patriarcal. Yo soy una mujer que pasé mi juventud a finales de los ochenta, y me doy cuenta de que aún hay muchos rasgos que son machistas y los tienes dentro. Es una investigación sobre la mujer, la lucha de la mujer por encontrarse a sí misma y por salir adelante en este mundo en el que muchas veces hay que luchar contra ciertos convencionalismos o ciertos roles que nos han impuesto y que es imprescindible romper.

Los nombres de las protagonistas, Blanca, Alba, Clara y Aurora son nombres que evocan luz. ¿Los escogió así a propósito?

Sí, por el contraste. Son personajes muy luminosos, pero de alguna manera se proyecta cierta oscuridad sobre ellas y lo que les ocurre. El personaje de Alba, la primera niña que desaparece, y el de Aurora, eran la idea del amanecer, cuando muere la noche y nace el día; son dos niñas gemelas que una va hacia la luz y otra hacia la oscuridad.

¿Algún proyecto entre manos?

Siempre me surgen muchos proyectos cuando estoy escribiendo una novela. En ese proceso creativo surgen muchas ideas y luego nunca sé cuál va a germinar. Sí que es verdad que tengo una idea para una próxima novela, pero prácticamente acabo de terminar esta. Es una novela que ha requerido mucha corrección por la forma en la que está escrita, el desorden en el tiempo, con elipsis? entonces ha exigido corregirse varias veces, para que esté bien la concordancia de los tiempos. En realidad estoy todavía con el duelo de dejar ir esta historia hasta que germine otra.

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