El coste de la las obras del Palau de la Música, que contemplan reparar los desperfectos registrados en sus dos salas principales y otras actuaciones, podrían ascender a 7,5 millones de euros. Así lo recoge un informe justificativo del Ayuntamiento de València, que señala el presupuesto estimado para estas intervenciones.

La concejala de Patrimonio y Recursos Culturales y presidenta del auditorio, Glòria Tello, y la edil de Servicios Centrales Técnicos y Contratación, Luisa Notario, avanzaron hace unos días que la previsión del ayuntamiento es que estas obras comiencen en el primer trimestre de 2021 después de que en ese mismo periodo se publique la licitación y adjudicación de estos trabajos.

De hecho, ya se ha publicado el anuncio de licitación de la redacción del proyecto básico y de ejecución, que tiene un presupuesto de 325.640 euros y un plazo de tres meses. El mismo documento señala que el plazo de dirección de obra y coordinación de seguridad y salud tendrá un plazo de 10 meses.

Así, una vez adjudicado el proyecto de redacción, la empresa tiene tres meses para realizarlo y una vez lo entregue, el ayuntamiento deberá sacar un nuevo concurso para adjudicar las obras propiamente dichas y estas se ejecutarán en diez meses. Desde el consistorio se ha solicitado que la primera intervención se haga en la sala Iturbi, por lo que no descartan que este espacio pueda reabrirse ante de que concluyan todas las obras del edificio. No obstante, con los plazos administrativos y sin descartar algún tipo de demora por impugnaciones, el ayuntamiento confía en que las obras se adjudiquen antes de que acabe 2020. Así, todo debería estar finalizado en los 10 primeros meses de 2021.

Respecto al proyecto original

Según el anuncio de licitación de la redacción del proyecto, el ayuntamiento valorará la adecuación de las intervenciones al edificio original -proyectado por el arquitecto José García de Paredes-, la racionalización de las instalaciones, la mejora de la eficiencia energética del edificio y la minimización del consumo actual.

En cuanto a la fachada revestida de piedra caliza, el consistorio reconoce «zonas con alto grado de deterioro». De ahí que busque una solución «de reparación o sustitución» con un material preferiblemente que repela el agua y con durabilidad.

Respecto a la cúpula acristalada, el documento señala que presenta filtraciones de agua, por lo que, además de solventar esta situación, el ayuntamiento requiere quien recupere la imagen original del edificio, elimine elementos «impropios» -el trencadís- y aplique un producto que reduzca la temperatura ante la incidencia de los rayos de sol.