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Séptimo arte

El patrimonio del cineasta libertario

Armand Guerra fue un escritor y director de cine valenciano que dio testimonio de varios de los acontecimientos históricos más importantes del siglo XX - Su obra ha pasado a ser de dominio público y será digitalizada por la Biblioteca Nacional

El patrimonio del cineasta libertario

Entre los 181 autores fallecidos en 1939 (entre ellos, Antonio Machado) cuyas obras son desde el pasado 1 de enero de dominio público, figura un valenciano nacido en Llíria en 1886 que no solo escribió, sino que también viajó mucho, contó lo que veía y, sobre todo, hizo cine. Autor de documentales de guerra, películas comerciales y producciones políticas, Armand Guerra pasa por ser el primer cineasta en traer el sonoro a España. Pero José Estivalis Cabo (éste era su verdadero nombre) fue ante todo un anarquista, un cineasta y periodista aventurero, arriesgado e innovador que supedito su obra (por activa o por pasiva) a la defensa de su ideal libertario.

Guerra nació en Llíria hace justo hoy 134 años en el seno de una familia muy humilde. Ingresó en el seminario, pero lo abandonó poco después tras una crisis que le llevó al ateísmo y a frecuentar los círculos anarquistas valencianos. Su rechazo a realizar el servicio militar le llevó en 1913 a abandonar España y establecerse en París, donde empezó a trabajar como corresponsal de prensa y a interesarse por el cine, primero como crítico y luego como actor, guionista y realizador.

Solo un año después creó junto a un grupo de anarquistas parisinos la cooperativa cinematográfica Le Cinema du Peuple, donde rodó La Commune, una recreación de la insurrección de 1871 que tuvo un éxito espectacular en Francia. Pero el inicio de la Primera Guerra Mundial apartó momentáneamente a Armand Guerra del cine. Empezó a trabajar como periodista en primera línea del frente y contó los combates cruentos en el Marne, el conflicto colonial en Marruecos o las grandes hazañas de los aviadores como Gunther Plüschov, de quien tradujo sus memorias. En 1917 viajó a Rusia atraído por los ecos de la revolución comunista y en 1921 se trasladó a Berlín, donde siguió alternando su actividad de corresponsal, crítico de cine, traductor y productor, con el activismo político, participando activamente en el desarrollo y auge del espartaquismo de la República de Weimar.

En Alemania empezó a experimentar con el sonido en las películas, y en 1926 regresó a València para presentar en el Teatro Lírico una «película parlante» que fue recibida como un «acontecimiento científico» por la prensa de la época. Durante los siguientes años alternó la dirección de películas de temática social y corte costumbrista entre España y Alemania, pero en 1931 se instaló definitivamente entre Madrid y València.

El 16 de julio de 1936, dos días antes del inicio de la Guerra Civil, empezó Armand Guerra en Madrid el rodaje de una película que, pese a permanecer desaparecida durante décadas, es hoy su obra más recordada. Carne de fieras contaba la historia de amor entre un boxeador y una artista de variedades interpretada por la actriz Marlène Grey, famosa en la época por un número circense en el que se encerraba desnuda en una jaula de fieras, tal como también aparece en la película.

Tras finalizar el rodaje de Carne de fieras, Armand Guerra recibió el encargo de la CNT de trasladarse al frente para filmar a la lucha de los milicianos libertarios. El cineasta de Llíria rodó en casi todas las trincheras del frente de Madrid, viajó hasta Pedralba para conocer la colectivización anarquista y dejó escrita su experiencia en su libro más conocido: A través de la metralla.

Aunque su intención era seguir rodando la guerra, en 1937 la CNT le hizo girar por varias ciudades del sur de Francia para organizar mítines, asambleas y recoger fondos. Su actividad como agente de la propaganda y la inteligencia anarquista despertó la animadversión de los estalinistas del Servicio de Investigación Militar (SIM) que arrestaron a Guerra en València y lo mantuvieron 124 días encerrado en una checa. Finalmente, el periodista y cineasta logró huir y trasladarse en un barco mercante a Francia. Era febrero de 1939 cuando llegó a Paris y fue el 9 de marzo de 1939 cuando Armand Guerra murió, posiblemente a consecuencia de las torturas sufridas en la checa de València.

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