La Generalitat Valenciana otorgará ayudas a la producción y a la exhibición en salas de proyectos de artes escénicas que tendrán carácter bienal, un «cambio de filosofía» que pretende dar respuesta a «una reivindicación del sector» y contribuir a que las empresas culturales, que «asumen un riesgo», puedan trabajar en mejores condiciones. Así lo avanzó ayer la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, quien aseguró que en 2020 aumentará el importe de las subvenciones -de 3,2 a 4,7 millones-- y también las cuantías máximas de las diversas ayudas, con el objetivo de favorecer obras «de excelencia».

Estos cambios derivarán de la nueva orden de bases reguladoras para la concesión de ayudas públicas en régimen de concurrencia competitiva para las artes escénicas, música y audiovisual, cuya tramitación se pretende tener lista este mes.

Las principales novedades, según subrayó Tamarit, pasan por la suma de modalidades, como las ayudas bienales a la producción profesional de un montaje escénico, mediante las que se podrá lograr un máximo de 160.000 euros para los dos ejercicios; ayudas bienales a las salas de exhibición -380.000 como máximo- y ayudas para la asistencia a ferias, que contemplan hasta 20.000 euros.

Además, sube los topes fijados en otras modalidades: la de creación literaria se eleva de 3.000 a un máximo de 5.000 euros; la anual a la producción de montaje escénico, de 40.000 a 80.000; las de giras también se duplican, de 25.000 a 50.000 euros; las ayudas anuales a las salas pasan de 90.000 a 190.000, y las que se destinan a asociaciones profesionales y entidades sin ánimo de lucro crecen desde los 20.000 a los 40.000 euros.

En esta misma línea, las ayudas a la formación, investigación y edición se doblan hasta un máximo de 10.000, al igual que las de realización de festivales y muestras pasan de 50.000 a 100.000 euros.

La futura orden reguladora afectará también a la música, donde se crean más partidas para favorecer la programación en salas de exhibición, asistencia a ferias, organización y mantenimiento de estructuras administrativas, ayudas a la composición de obras de nueva creación vinculadas al estreno y a la producción de vídeos musicales, todo ello con el fin de dar «un salto de calidad para profesionalizar» aún más este sector.

Situación laboral del IVC

La secretaria autonómica se refirió al Institut Valencià de Cultura (IVC) cuyo Comité de Empresa alertó de que el organismo cultural se encuentra «al borde del colapso» por la falta de personal suficiente, ya que la plantilla de la que dispone es «exigua».

Al respecto, Raquel Tamarit reconoció que este es «un problema que se arrastra desde hace muchos años» y recordó que existían situaciones de «fraude de ley» en el antiguo CulturArts. Asimismo, agregó que hay plazas que se tienen que sacar a concurso porque obliga la ley.

Ante esta situación, confió en que se pueda ir recuperando plazas laborales, sacar puestos de forma escalonada y estudiar si son factibles otras medidas para «paliar la situación mínimamente», como por ejemplo unificando las bolsas de técnicos para que puedan trabajar para varias entidades.