Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Teatro

"Chucho", una comedia apta para todos los perros

"Mucha gente se reconoce en la obra, aunque los personajes están expuestos al límite", dice la autora y actriz Mafalda Bellido

Mafalda Bellido, en la Sala Russafa. germán caballero

Ahora que muchas parejas tienen antes una mascota que un vástago deberían ver Chucho, la obra de Mafalda Bellido que se repone desde hoy y hasta el domingo en Sala Russafa. ¿Qué pasa con un perro cuando hay una separación? Ese es el planteamiento de la obra, nominada al Max como mejor autoría revelación que luego ganó el Torneo de Dramaturgia Valenciana y el Autor Exprés de la SGAE.

« Chucho habla de la necesidad que tenemos de depositar nuestro amor en algo o en alguien, en este caso en su ser que es Chucho», explica Bellido, una dramaturga total, que fue cofundadora de Sala Ultramar, taquillera y productora de la Sala Russafa, autora, actriz, profesora de la Escuela de Teatro de Segorbe y de un grupo de Rocafort. «Vivo del teatro en su amplio espectro», confiesa la dramaturga formada con Paco Zarzoso, Xavier Puchades o Santiago Loza.

Aunque su planteamiento inicial para la obra no era una discusión de pareja, «el ser más querido para los dos desaparece y ella hace responsable a su ex», cuenta Bellido, que además es la protagonista de la obra (Bea), junto con Jordi Ballester, y la dirección de Xavier Puchades. «Mucha gente se reconoce en Chucho, aunque los personajes están expuestos al límite». Tanto que como dice el protagonista en un momento de la obra «los dos hemos perdido mucho». «Pierden mucho, no solo el perro», reconoce la autora y actriz. Todo el relato con un ritmo trepidante donde la pareja se desestabiliza, pero «con pocos insultos», avisa.

La obra que ya se estrenó en la Sala Russafa en 2018 vuelve «después del subidón de la nominación del Max», el mismo que siente al ver publicado el texto por la SGAE. «Me siento contenta de haber llegado donde hemos llegado».

Cuando se le pregunta dónde se encuentra mejor escribiendo o actuando, responde rápido: «Depende. Empecé a escribir porque necesitaba interpretar personajes», aunque niega que Bea, la protagonista, sea un personaje escrito para ella misma. «Cuando me hicieron el encargo, sabía quienes iban a ser los actores y el texto siempre fue para ellos. De hecho, dude, escribí para Jordi Ballester (Toni) y me enamoré de la actuación de María Almudéver, que al final hizo el vestuario».

Compartir el artículo

stats