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Tribunales

Los valedores de Rablaci no creen que galerías chinas pagaran sus exposiciones

La exresponsable de la SGAE en Asia afirma que las empresas chinas no abonan los traslados de obras de arte - Las facturas estaban en castellano y no ha aparecido ninguna traducción

Rafael Blasco Císcar, conocido como Rablaci, acude a los juzgados para declarar por el caso IVAM. EFE

La investigación por las presuntas irregularidades en la gestión de Consuelo Císcar al frente de l'Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) ha dado un giro tras la declaración voluntaria de los valedores de su hijo, Rafael Blasco Císcar (conocido como Rablaci), en su gira por Asia.

Según confirmaron fuentes conocedoras de su declaración, la exrepresentante de la Sociedad General de Autores (SGAE) en China, Mari Cruz Alonso Antolín, y su pareja, Miguel Ángel Sazatornil Lavilla, descartaron ayer en el juzgado que galerías chinas se hicieran cargo de los costes derivados del desplazamiento de obras de arte Rablaci. Ambos fueron imputados en 2017 por la magistrada-instructora del caso, Nuria Soler, pero en los últimos dos años habían permanecido en silencio.

Ahora, cuando la instrucción está agotada, solicitaron declarar para aportar datos sobre las exposiciones de Rablaci que se investigan. Según estas fuentes, los dos afirmaron con rotundidad que les parecería «extraño» que las galerías abonaran las facturas, sobre todo porque están en castellano y sin traducir.

Así, las diligencias apuntan a que en realidad esas facturas fueron abonadas por un contratista del IVAM, en concreto, la empresa Logística del Arte, con la que trabajaba la pinacoteca con Císcar en la dirección general.

Por tanto, podría tratarse de un presunto cohecho para agasajar a la exdirectora del IVAM, completaron ayer fuentes jurídicas. No obstante, fuentes de la defensas puntualizaron que ambos afirmaron que desconocían asuntos relacionados con la facturación y que solo se dedicaron a buscar espacios expositivos.

Císcar ya está procesada por la compra de obras falsas del artista Gerardo Rueda y se enfrenta a una petición por parte de Anticorrupción de seis años de prisión por malversación y prevaricación. Císcar y su hijo figuran como imputados en esta pieza separada que dirige el juzgado de Instrucción 21 de València. La investigación trata de determinar si Císcar usó el IVAM y sus influencias para promocionar la carrera de su hijo, pues Rablaci logró el sueño de todo artista con tan sólo 21 años: exponer su obra escultórica en Asia entre 2008 y 2011.

Al parecer, según esta fuentes, Mari Cruz Alonso ha relatado que se encargó de la búsqueda de espacios expositivos en Asia para las exposiciones de Rablaci, todo ello en connivencia con Císcar y otros empleados del IVAM.

La Policía Nacional halló un correo, muy ilustrativo, en el que la exresponsable de la SGAE que ayer declaró reprocha a Consuelo Císcar su actitud: «Bueno pues yo creo que has perdido el norte y se te olvida que lo más importante de todo es haber metido en China a un magnífico artista con un pequeñito problema que tiene 21 años y eso aquí, es más que imposible, igual algún día te lo dice un gilipollas».

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