Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Literatura

Fernando Benzo: "Los policias a los terroristas les suelen llamar los malos"

Publica "Nunca fuimos héroes" donde novela la intrahistoria de los policias que dedicaron la vida a luchar contra ETA

Fernando Benzo (Madrid, 1965), ayer en la redacción de Levante-EMV. fernando bustamante

Planeta usa de reclamo a Patria para promocionar Nunca fuimos héroes como la otra cara de la moneda del libro de Fernando Aramburu. Pero la novela de Fernando Benzo (Madrid, 1965) tiene vida propia. Una ficción con mezcla de realidad. «Había que poner en valor lo que han hecho muchas generaciones de policias, y el título de la novela responde a ese espíritu de regañina, porque no les hemos reconocido su heroicidad».

Admite que Patria ha abierto un camino para escribir un relato, para contar la historia desde diferentes perspectivas. Aunque insiste que se ha preocupado en que la novela no tuviera carga política.

La primera vez que aparece la palabra ETA en el libro es al final, en la nota del autor. «Pretendo que sea un cuestión subliminal -aclara-. He escrito una novela de buenos y malos. No es equidistante, y el bando malo lo representa un personaje esencial que es el terrorista Harri, porque no he querido dar una identificación colectiva a ese bando». Añade que es «una forma de restarles personalidad, porque es el lenguaje que utilizaban los policias, que a los terroristas les suelen llamar los malos».

Harri y el otro protagonista el ex comisario Gabo se reencuentran después de muchos años. «La cuenta está pendiente». Nunca fuimos héroes recorre la experiencia vital de un policia que deja el cuerpo desencantado porque, entre otras cosas, no ha podido detener al terrorista que siempre intentó atrapar.

«Cuando persigues terroristas no estás persiguiendo asesinos en serie, sino seres humanos que están cometiendo crimines horribles. En la novela uno de los policias dice: 'todo lo que queráis pero sin tonterías de Síndrome de Estocolmo'».

Guerra sucia

En el relato también hay infiltrados y agentes corruptos. «Nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad son de una profesionalidad extrema, la guerra sucia es una decisión estratégica que toman en un momento determinado los políticos y comenten un error, porque cuando dejas de cumplir la ley, dejas de tener razón», explica con pesar.

Sobre la conexión etarra y el narcotráfico afirma que «hay más de 30 crímenes de ETA vinculados con el narcotráfico. La versión del entorno terrorista era que lo perseguían para que no se corrompiera la juventud vasca, y la versión del otro lado dice que sí había vinculaciones al narcotráfico porque era una vía de financiación. Yo tengo claro en que versión me situo».

En su opinión, ETA subsistió tanto tiempo porque contaba con respaldo popular, pero «comete el gravísimo error de matar a Miguel Ángel Blanco, y en ese momento ese apoyo social se debilita». Eso, junto con la profesionalidad de la Policia y la Guardia Civil acabó con la banda terrorista, dice.

Fernando Benzo escribió con Pedro Gómez de la Serna en 2001 un ensayo sobre la lucha policial contra el terrorismo pero decidieron no publicarlo. «Se nos pidió que por causas de confidencialidad no sacáramos el libro».

« Nunca fuimos héroes es una novela policiaca, decido recuperar algunas de aquellas historias y las anécdotas de entonces porque valía la pena darlas a conocer, y todos los personajes de la novela responden a muchas voces y espíritus».

«La acción terrorista de ETA ha desaparecido, se le ha vencido y no hay vuelta atrás. Otra cosa es que su cuartada argumental pueda seguir en algunos políticos, y eso impide cerrar una historia, del mismo modo que existen crímenes que no se han resuelto y actores de crímenes que todavía no hay pagado por ello».

«La democracia acabó con ETA, pero en terminos penales todavía sigue siendo un problema que habrá que ir superando».

Benzo confiesa que no hubiera podido escribir esta novela sino hubiera conocido los hechos de primera mano. El autor de Nunca fuimos héroes tuvo responsabilidades en el Ministerio de Justicia y ocupó diversos cargos en el de Interior durante la Administración de José María Aznar. En 2001, fue nombrado director general de Equipamientos e Instituciones Penitenciarias y el año 2002, pasó a ocupar el puesto de director gerente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, donde permaneció hasta 2007.

Aunque también fue secretario de Estado de Cultura, lleva varias novelas publicadas desde su primera, Los años felices (1988). «Es la primera vez que se cruzan los caminos entre mi trabajo y mi actividad literaria», recuerda, al mismo tiempo que jamás «imagine que fuera un escritor de novela policiaca, pero cuando afronto esta historia, lo que pienso es en escribo un retrato intimista de un personaje».

Compartir el artículo

stats