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Crítica teatral

Sutileza Genial

Mafalda Bellido (Bea) y Jordi Ballester (Toni). l-emv

Buen texto y excelente interpretación. Una fórmula que nunca falla. Eso es Chucho, otra obra más que confirma que el teatro valenciano está en forma. No pude ver su estreno en noviembre de 2018 en la Ultramar, pero la merecida nominación al Max de Mafalda Bellido como autora revelación ha permitido su reposición, y la Sala Russafa ha tenido el acierto de programarla dos fines de semanas. No se la pierdan, y es de asistencia obligada para las parejas con mascota, las recién separadas, las divorciadas con custodia compartida y las que pagan pensión, los solteros, los defensores de la censura parental, pero sobre todo para los contrarios al plurilingüismo («¿Después de diez años volvemos al tema del valenciano?»). No he visto mejor defensa de la política lingüística del Botànic desde el ingenio.

El conseller Vicent Marzà debería verla, así también comprobaría como el sector, muchas veces maltratado por las administraciones públicas, necesita menos enchufes y más corriente. Bellido también es la protagonista con Jordi Ballester. Bea y Toni en una conversación rápida repasan el amor y el desamor, en definitiva la vida, con la excusa de la ausencia de Chucho, el perro que él le regalo y la omnipresencia de La Matraca, el olivo centenario, amenazado por la Xilella fastidiosa. Aunque parezca sencillo el nivel de interpretación de Bellido y Ballester es exquisito, digno del mejor torneo de dramaturgia. Y aunque la acción transcurre muy rápido, pasas más de un día recordando escenas, como la lluvia de mascotas olímpicas, la insistencia de Toni con el felpudo, o algunas frases de ella, como el carrusel de cursiladas en valenciano para llamar al perro ( pollastret del Mediterráneo, entre las cien más), su pugna entre el paracetamol y el ibuprofeno (que solo entenderemos al final), o su manía a las verbenas de pueblo y en especial al tema «Mi gran noche» de Raphael.

Además de pasada pone ante el espejo cierto paripé del ecologismo/animalismo. Chucho es una comedia divertida, actual, fresca y honesta, como la compañía La Zafirina, y lo digo por la representación del domingo.

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