La obra Las chulas, pintada por el valenciano Joaquín Sorolla en 1887, fue vendida ayer en la casa de subasta Ansorena por 146.400 euros, 26.400 euros por encima del precio de salida por el que se ofertaba la obra, que estaba en una colección particular.

De esta forma, Sorolla demuestra seguir siendo el pintor español más cotizado en el mercado nacional e internacional. Y, como es el caso, ya no solo por sus luminosas pinturas de barcas y redes, pescadores y playas.

Las chulas está considerada una obra de la segunda época del pintor valenciano, que contaba por entonces con 24 años y tenía ya muy avanzados sus estudios y formación. Tres años antes Sorolla había recibido su segunda medalla en la Nacional de Bellas Artes por su obra El dos de mayo de 1808, así como la plaza de pensionado en Roma convocada por la Diputación de Valencia con su obra El grito del Palleter. En la capital italiana pintó en 1885 El padre Jofré protegiendo a un loco (trabajo final de pensionado) y El entierro de Cristo con destino a la Exposición Nacional de Madrid de 1887.

Por ello, aunque su pintura sigue siendo muy deudora del estilo decimonónico, en Las chulas Sorolla apunta también su ambición, tanto por el tamaño de la pintura, sino también por la temática y por la calidad de la misma. En Las chulas aparecen dos personajes femeninos cubiertas con mantones rojo y negro que miran de forma descarada y directa al espectador y con un perfil siluetado por la luz sobre un fondo neutro.

En la subasta de ayer también se ofertó Insomnio del mar, 2001 de la valenciana Soledad Sevilla, con un precio de salida de 7.500 euros.