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Força Soro

El histórico diestro de Foios se ha hecho fuerte en las adversidades taurinas y vitales

Força Soro

«Força Soro» ha sido la frase más utilizada por los aficionados en las redes sociales esta semana y en las llamadas telefónicas cuando se interesaban por el estado de salud de Vicente Ruiz, «El Soro» tras debatirse entre la vida y muerte el pasado lunes a causa de una grave sepsis que, al parecer, estuvo motivada por la prótesis biónica de su pierna izquierda. Esta ortopedia de titanio, que la implantó el doctor Cavadas en 2009, se le retiró el jueves en una operación crucial a cargo del esquipo de Traumatología del Hospital Clínico y ahora sigue en la UCI en un estado «grave», según apuntaron fuentes cercanas al torero. También contaron que «ya está asimilando bien la comida, está dando guerra porque insiste mucho al personal sanitario y hoy o mañana podrían intentar pasarlo a planta».

Los plazos que hay que cumplir ahora para restablecer su salud son eliminar la infección de la sangre y la de la pierna para que le cicatrice bien la operación. Luego planean la idea de una nueva prótesis: «Es una lotería pero lo van a intentar. Tanto Cavadas como los del Clínico sí que quieren».

Toda esta «lenta» mejoría es gracias a su fuerza, que en él es virtud, eficacia y resistencia, para alcanzar sus objetivos. Nunca antes había sentido en la UCI el aleteo de la muerte tan cerca, pero gracias a su capacidad y poder moral, que en él constituyen esa fuerza sorista, «está saliendo adelante porque, después de la operación, no ha habido un retroceso, todo lo contrario», manifestó su círculo más cercano. Nunca había pasado tanto tiempo en el hospital a excepción de la cornada en el pulmón que sufrió en Las Ventas en 1987.

Pero ese «Força Soro» que le ha servido para levantar sus ánimos ahora, cuando empezó a torear en los años 80, también sirvió para resucitar una València taurina que estaba atravesando una crisis por la gestión de la gestión de la empresa de la plaza y se tradujo en él en carisma, pasión y fibra. En 1979 tuvo lugar su presentación en la plaza del «Cap i casal» gracias a unos festejos de promoción y, esa tarde, la plaza registró una entrada como hacía tiempo que no se veía en los tendidos. Los valencianos de l'Horta llegaron al reclamo de ese joven de Foios y los aficionados de la capital acabaron prendados a pesar de que solo diera una vuelta al ruedo. A partir de ahí, València conectó directamente con El Soro, que daba las triunfales vueltas al ruedo con un manojo de naranjas o portando una sandía, porque encarnó la filosofía del esfuerzo y la entrega, es decir, esa idea de luchar para conseguir el sueño de ser matador de toros. Y El Soro, uno de los nueve hijos de un labrador que había sido novillero y torero cómico, logró ser figura del toreo y competir con otros nombres históricos como Paquirri, Manzanares, Dámaso, Mendes, Esplá, Espartaco o Ponce. Ahora más que nunca, «Força Soro».

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