La primera valenciana que cursó estudios universitarios, la pionera de las alcaldesas españolas, la primera abogada del país o la mujer que rompió el techo de cristal pilotando un avión reactor son algunas de las precursoras que aparecen en el libro Cuentos de 10 grandes pioneras valencianas, de Juan Ramón Barat e ilustrado por Carlos Fernández del Castillo.
El volumen, editado por Bruño, emprende un viaje de la época romana hasta la actualidad con diez niñas valencianas «adelantadas a su tiempo cuyas vidas marcaron un antes y un después en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres», avanzan desde la editorial.
El autor presenta hoy en el Centro Unesco València este libro que reivindica a una decena de valencianas que abrieron camino en ámbitos donde hasta entonces rara vez habían podido acceder: la universidad, la aviación, la creación literaria, la abogacía o la política. Cada relato recoge una escena infantil que muestra «el camino valiente de su protagonista»: Matilde da comida y zapatos a un hombre hambriento y se convertirá en la primera alcaldesa española; Helena actúa en una obra teatral con tal talento que el público estalla en aplausos, y será después la primera productora y directora española de cine.
En concreto, estas mujeres son Viria Acte, quien dejó de ser esclava y gestionó su propia «empresa» en época romana; Alarudhia, nacida en el siglo XI y considerada la primera mujer especialista en métrica, gramática, retórica, lexicografía y versificación en la València musulmana; Isabel de Villena, escritora pionera en lengua valenciana; Antonia Gómez, fundadora de una imprenta en el siglo XVIII; y Manuela Solís, la primera mujer que se matriculó en la Universitat de València. Completan la lista Matilde Pérez Mollá, primera alcaldesa de España al convertirse en primera edil de su localidad natal, Quatretondeta, bajo la dictadura de Primo de Rivera; Ascensión Xirivella, primera mujer que ingresó en un Colegio de Abogados en España y que ejerció como letrada; Olimpia Arozena, primera profesora en la Universitat; Helena Cortesina, pionera de la dirección y la producción cinematográfica; y Patricia Campos, que, tras aprobar las oposiciones a la Armada española, obtuvo una de las dos plazas de piloto de avión reactor y fue la primera mujer en conseguirlo.
