Rosalía ha colocado a Dominnico en el punto mediático. El joven valenciano, con talento a raudales, arrasó ayer en la pasarela madrileña, donde dio una vuelta de tuerca al mantón de manila y los códigos estéticos de España. Quédate con su nombre. No cabe duda de que Lady Gaga, Rita Ora o Rosalía le han dado «notoriedad», pero en su desfile, el diseñador Domingo Rodríguez, demostró que es mucho más. Tiene solo 25 años. Lleva tres años con su propia marca de moda, un proyecto aspiracional que ha aupado con mínimos recursos, «mi obsesión ha sido hacer bien las cosas».

La fama no le ha permitido relajarse; al contrario, ha trabajado con más tensón, una virtud que ha dado sus frutos con una colección más madura en la que se ven prendas de lujo con códigos nuevos. Sin pudor ni prejuicios, el valenciano, orgulloso de la cultura española, apuesta por mezclar la estética del flamenco y de la tauromaquia con la de la América profunda de «cowboy», dando origen a prendas de vanguardia que ofrecen la imagen de una nueva y renovada España. Si antes, Lorenzo Caprile o Juan Duyos habían trabajado primorosas prendas con el mantón de manila, este valenciano ha hecho de ella una oda sobre vestidos, pantalones y bodies. Sobre la pasarela, bajo lo acordes de «Juro que» de Rosalía, se vieron piezas en distintos largos, en verdes y morados empolvados, de gran belleza con enrejados de flecos trabajados de forma artesanal.

Sin quitarle mérito, estas piezas fueron eclipsadas por una torera, cuyas capelinas se convertían en riñoneras multifunción, una pieza confeccionada en cuero de charol y piel de potro. En esta revisión al universo patrio no podía faltar el vestido de flamenca, que Domingo Rodríguez ha trabajado con un corte atípico . «Los lunares son de plumetti y los volantes lo he configurado con tul rígido y rematado con tafetán», ha contado el diseñador. No es casual que Dominnico se defina como una firma focalizada en el lujo. El diseñador utiliza los mismos tejidos que las grandes firmas como Maison Margiela, basta con echar un ojo a una gabardina de tejidos iridiscente en blanco que representa al Dominnico más maduro. Domingo reconoce que le inspira Vivienne Westwood, es capaz de recrearse en la fantasía de «looks» hasta crear costura de ensueño que muestra acompañado de botas pantalón con maxiplataformas que van de 16 a 21 centímetros de altura.

Defiende a una mujer sin complejos, y sin miedo al exceso. El diseñador cerró el desfile con un vestido de novia de estilo victoriano, encorsetado y ceñido a la cintura con una lazada. El tradicional velo lo sustituyó por un mantón de manila que por arte de magia lo convirtió en una hermosa capa-pamela.

Además de seducir a Rosalía, Dominnico ha convencido en la pasarela madrileña.