La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos entrega mañana a su homónima de San Fernando la Medalla al Mérito en las Bellas Artes que recogerá su director, el arquitecto Fernando de Terán Troyano.
La histórica colaboración entre las dos academias de Bellas Artes más importantes de España viene de lejos y hay propósito de intensificarla. Mañana además de la distinción de la San Carlos a la San Fernando, se inaugurará en el Museo de Bellas Artes la exposición «José Ginés. La Matanza de los Inocentes», una retrospectiva del gran escultor valenciano de finales del siglo XVIII que hizo carrera en la Villa y Corte de Madrid. Unas piezas que se podrán ver por primera vez en València tras su restauración por la Academia de San Fernando, que dirige el arquitecto Fernando de Terán, uno de los mejores urbanistas de la España contemporánea. Desde su despacho en el coqueto palacio de la calle Alcalá atiende por telefono las preguntas de arte y urbanismo.
¿Puede adelantar alguna pincelada de su discurso de réplica por recibir la medalla de la San Carlos?
No sé que decirle... Voy a agradecer mucho la distinción que se le hace a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, poniendo de manifiesto la relación que históricamente nos ha ligado y el deseo de seguir en colaboración. No sé si hablaré un poquito del artista Ginés, que fue un académico de San Fernando, incluso fue director de la misma. Fue un escultor muy importante de Carlos IV y Fernando VII.
¿Estamos en un buen momento en la historia del arte en España?
Tenemos artistas muy buenos, de primera fila, también el momento en general muestra un cierto desconcierto, una cierta situación de espera, como viendo a ver que va a ocurrir.
¿Hay que plantearse el papel de los museos de Bellas Artes?
Es lo mismo que pasa con las Academias que tienen un papel doble, preservación y mantenimiento del patrimonio, y por otro ayuda para comprenderlo, entenderlo y valorarlo. Eso lo cumplen los museos. Más discutible me parece utilizar los museos para eventos que tengan poco que ver con ellos, como esas cosas que se suelen hacer ahora de meter un artista que no tiene nada que ver dentro del museo. A veces tengo que reconocer que ese tipo de exposición un poco provocativas también tienen su atractivo.
Fernando de Terán reconoce que «a estas alturas de la vida» es absolutamente ecléctico y le gusta todo lo bueno, aunque siente admiración por Botticelli, Piero della Francesca, El Greco, Goya, Modigliani o Juan Gris. Sin embargo es una autoridad como catedrático de Urbanismo y junto con Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández León fue el autor de la remodelación del Paseo del Prado madrileño.
¿Llegamos a tiempo a ese urbanismo sostenible tan reclamado en este momento?
Con la nueva orientación que viene de la Unión Europea, la situación es muy esperanzadora.
¿Qué opinión le merece la Ciudad de las Artes y las Ciencias
Tengo que reconocer que no me gusta demasiado esa arquitectura tan pretendidamente espectacular.
El último temporal destrozó los paseos marítimos, y ahora se debate si es oportuno reconstruirlos o dejarlos sin urbanizar.
Es un tema en el que no había pensado, la verdad. Los paseos marítimos cuando han tenido un tratamiento adecuado son una pieza fantástica de las ciudades y habría que procurar conservarlos. Pero si esos temporales se van a repetir por la situación del clima, habrá que empezar a pensar de otra manera.
¿Cómo?
La razón me pide que no tenemos que renunciar a esas piezas tan estupendas que son los paseos marítimos. Habrá que ver, en función de los estudios de los climatólogos, hasta que punto son conservables o no.
